Se trata de una casa que ya había sido okupada y desalojada anteriormente, pero los individuos volvieron. Ante la llamada al 092, los agentes se presentaron en el lugar y fue cuando recibieron los insultos y amenazas graves, además de incumplir reiteradamente las órdenes de la Autoridad.
La Policía Local le imputa delitos de desobediencia grave, delito de amenazas y delito de usurpación de bienes inmuebles.