Los hechos ocurrieron el pasado sábado. Según ha declarado la víctima, una mujer española de unos 40 años, el hombre llegó al domicilio familiar -ubicado en la calle Fra Lluís Jaume Vallespir- muy enfadado por una discusión de tráfico. Sin mediar palabra, comenzó a pegarle por la cabeza, tirarle de los pelos y propinarle puñetazos.
La mujer consiguió escapar escondiéndose por las escaleras del edificio, pero el agresor dio con ella y la devolvió al piso agarrándole por la cabeza. Ya dentro, le destrozó el móvil.
Sin embargo, después del episodio, el hombre cambió radicalmente de actitud, según explicó la mujer a los policías: le pidió perdón, le prometió que pediría ayuda a especialistas y le dijo que no volvería a ocurrir.
Ella no denunció y el lunes acudió a su puesto de trabajo. Allí, sus compañeros se percataron del lamentable estado en el que se encontraba -con signos evidentes en la cara de una agresión- y desde RR.HH. le instaron a acudir a la Policía Nacional.
Una vez ante los agentes, describió toda la secuencia y afirmó que era la segunda vez que sucedía algo parecido. Presentó denuncia y finalmente el hombre, se acabó entregando.
Está previsto que pase a disposición judicial este martes.