Se trata de una serie de medidas para ‘evitar atentados, robos, riñas y también de sanidad’, según fuentes municipales.
La Policía Local envío hace unas semanas una circular a los hosteleros pidiendo que implementasen la medida.
Los negocios que no cumplan con esta medida preventiva de seguridad se enfrentarán a una multa de hasta 3.000 euros.