"El profesor le dijo a los compañeros que la enseñaran a leer y que le pegaran si no podía hacerlo", ha explicado el padre de otro alumno de la escuela de primaria de Solio, Laikipia County, al diario Daily Nation.
Los compañeros de la chica, que han sido interrogados por la policía, han explicado que el profesor fue el primero en pegarle.
Tras la paliza, Joy Wangari, de 10 años, pidió irse a su casa con su abuela, con quien vivía. Durante los días siguientes permaneció muy débil aquejada de dolores abdominales y de espalda, según han asegurado los testigos a la prensa local.
No fue hasta que empezó a vomitar sangre cuando fue traslada al hospital de Naromoru pero no pudieron salvarla. De momento, no se han producido detenciones a la espera del resultado de la autopsia. El profesor permanece desparecido desde el día de los hechos.