La organización ha reconocido la autoría del ataque en un comunicado y lo ha enmarcado dentro de su lucha “contra los protectores de la cruz”. “Un heroico soldado del califato atacó una de las discotecas más famosas, donde los cristianos celebraban su fiesta apóstata”, reza la nota.
El responsable de la masacre se dio a la fuga y las autoridades turcas aún no han logrado determinar su identidad.