Los bermellones recibían en casa al segundo de la clasificación y han sabido contenerlo. Tanto, que entre los dos han firmado prácticamente 90 minutos de aburrimiento, de partido sin nada a destacar.
Las ocasiones y emoción, llegaban en la mitad de la segunda parte. Primero en el 51, Óscar Díaz sacaba una falta y estrellaba el balón al larguero y tres minutos más tarde, Ortuño cabeceaba a un centro de Arana que despejaba el portero. Después, poco que destacar más que la expulsión directa de Oriol, mientras la mitad de la afición se indignaba con el árbitro y la otra mitad abandonaba Son Moix.
El Mallorca sigue paseándose al filo del barranco.