Una jueza de EEUU ha aprobado que Google deberá pagar a la Comisión Federal del Comercio estadounidense (FTC, sus siglas en inglés) 17,6 millones de euros por el caso del espionaje a usuarios en Safari a través de 'cookies'. Esta cantidad fue acordada el pasado mes de agosto, convirtiéndose en la multa más elevada impuesta a una única compañía por la FTC.
Según el diario estadounidense The Wall Street Journal, Google y otras empresas de publicidad consiguieron saltarse la configuración de privacidad de millones de personas que utilizan el navegador Safari de Apple a través de un código de programación.
Este código fue descubierto por el investigador de Stanford Reserarch Systems Jonathan Mayer, de forma independiente. Así, los de Mountain View y el resto de compañías de publicidad podían realizar seguimientos sobre los hábitos de navegación web de los usuarios de Safari y enviarles publicidad.
Sin embargo no todos están de acuerdo. Según recoge la agencia Associated Press, la decisión fue bien recibida por la FTC, sin embargo un grupo defensor de los derechos de los consumidores, Consumer Watchdog, cree que este fallo es ineficaz y que la sanción económica debe ser "mucho más severa", ya que la suma de 22,5 millones es "calderilla" para Google.