BANYARRIQUER

Otro desaguisado y descontrol

Martes 17 de enero de 2012

La secretaria de Estado de Turismo dijo ayer que ella es partidaria de rebajar las tasas aéreas para Baleares y Canarias. Esas tasas financian a Aena, un ente público gestionado como un típico organismo público español: gastos salvajes (de allí se alimenta no sólo la maquinaria de empleados públicos de los aeropuertos, de lo más ineficaz del mundo sino también los controladores aéreos mejor pagados del universo y más allá), ingresos caóticos y deuda desbocada.

Pese a que las tasas son elevadísimas, Aena pierde dinero brutalmente y tiene acumulada una deuda de 14 mil millones de euros, objeto de estudio en los medios de comunicación europeos, por su absoluta desproporción. Pese a las tarifas, apenas ganan unos pocos aeropuertos. Hemos de recordar, por ejemplo, que en este país hay 49 aeropuertos públicos (el de Ciudad Real, famoso, es privado) de los que 16 no tienen tráfico, aunque sí tienen personal, equipos y mantenimiento. Y, si vamos a los aeropuertos con tráfico, el caos inversor no tiene límites: desde el despropósito de Madrid, hasta la locura de ampliar Alicante para hacerlo nuevo al día siguiente, hasta las sucesivas ampliaciones de Palma, algunas de las cuales como la terminal B, no tienen sentido alguno.

Pues en medio de ese caos, la secretaria de Estado, en la más pura tradición de la casa, sin hacer ni un número, sin estudiar nada, sin siquiera casi haber llegado a su cargo, habla de bajar las tasas. El que venga, que arree. 

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