Anoche, al igual que la semana pasada, el programa de 'Adán y Eva' dio mucho que hablar y es que si en el programa anterior descubrimos que aún quedan jóvenes que no saben donde está la Alhambra o el río Manzanares, ayer descubrimos que puede haber formas diferentes de entender el mundo también fuera del paraíso.
Los protagonistas de la segunda noche estuvo repleta de 'encontronazos' y es que tanto Eva como los Adanes no terminaron de encajar a la perfección. Mientras que Iván, el gallego, prefiere el mundo hippie y su furgoneta, la protagonista Miriam, se siente más identificada con los hoteles de lujo y la riqueza. Con estos componentes la noche ya prometía bastante. En el primer contacto, Miriam espetó: "¡Socorro! Estoy aquí con un hippie, que alguien me saque de la isla!". Una respuesta que contrasta con la definiciónq ue ella tiene de si mima: "Yo soy una pija, me gusta que me sirvan".
En su primer encuentro, la cosa no iba demasiado bien y si a eso le sumamos el 'conflicto' que nuestra Eva tiene con sí mismo la cosa se complica aún más: "Tengo un conflicto con mi yo y es que no puedo dormir con nadie. Así que yo me quedo con la cama y tú duermes fuera". Este programa no deja de sorprendernos ye s que mientras que Iván intenta buscar su sirena en el mar, Miriam comentó que ella era lesbiana hasta que vió a un 'tío cachas' y le gustó.
Tras celos y encuentros bastantes incómodos para el trío, Miriam e Iván se vieron vestidos con su ropa habitual y decidieron iniciar su historia de amor particular. Habrá que esperar a las próximas semanas para ver si el amor finalmente surge entre estas dos personas tan diferentes.