Los fármacos que se utilizan contra la obesidad no están incluidos actualmente en el Sistema Nacional de Salud, por lo que quienes acceder a ellos deben costearlos íntegramente de su bolsillo. Para la OCU, el Sistema Nacional de Salud debería financiarlos por los importantes problemas de salud que genera la obesidad, pero el Colegio de Médicos de Baleares es más cauto y señala que el presupuesto de la sanidad pública es limitado por lo que, tal vez, cubrir esos medicamentos supondría dejar de financiar otros también importantes para la población.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha solicitado al Ministerio de Sanidad que incluya los fármacos destinados a reducir la obesidad en la financiación Sistema Nacional de Salud, al considerar que los problemas de salud que derivan de este problema "tienen un elevado impacto individual y social en términos de calidad de vida y también en términos económicos". A su juicio, "no tiene sentido" que se financien medicamentos para otros factores de riesgo, como el tabaquismo, la presión arterial o el colesterol, y no se cubra el tratamiento contra la obesidad.
Según la OCU, las personas con sobrepeso "no solo tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas (diabetes, enfermedad cardiovascular – infartos, ictus, etc., – artrosis y cáncer) sino que además los cuidados de salud que requieren son más complicados y, por tanto, más caros".
Asi recuerda que la OCDE calcula que "para el 2050 la expectativa de vida en España se habrá reducido en 2,6 años debido a los problemas de salud derivados del exceso de peso", a la vez que sitúa en unos 9.000 millones de euros el impacto de la obesidad en el gasto sanitario para ese mismo año. Y a todo ello se suma el impacto en la economía individual de posibles bajas médicas o jubilaciones anticipadas.
La entidad recuerda además que algunos países han empezado a financiar fármacos como Wegovy o Saxenda, como es el caso del Reino Unido, si bien es un tratamiento que se cubre solo si se cumplen otros requisitos, como un Índice de Masa Corporal concreto y que esté asociada al exceso de peso al menos una enfermedad.
Pero desde el Colegio Oficial de Médicos de Illes Balears (Comib) se muestran más cautos. Su presidente, Carles Recasens, señala que “nadie duda de que la obesidad es un problema de salud, pero la pregunta que hay que hacerse es si la Sanidad, que tiene un presupuesto limitado, se puede permitir cubrir esos medicamentos y qué hay que dejar de financiar para poder cubrir esto”.
Para Recasens, “es verdad que hay que invertir en nuevos tratamientos y en más personal sanitario para afrontar los retos de los problemas de salud”, pero a su juicio “no basta con querer financiar sino que debemos ver qué podemos financiar, porque los recursos, económicos y humanos, son finitos”.
En todo caso, Carles Recasens invita a “cuestionar ese modelo que mayoritariamente invierte en tratamiento y migrar a uno que invierta más en prevención”. “Lo que entendemos y deseamos es que se invierta en salud pública, no solo en nedicamentos para tratar, sino que se invierta en prevenir la aparición de la obesidad y de otras enfermedades, tanto físicas como mentales”, apunta.