Esta es una carta de despedida, que no de despido. Tras casi doce años al frente de este mallorcadiario.com que usted lee, he tomado la difícil decisión de renunciar al cargo de editor y desvincularme del periódico que usted lee y al que tantísimas energías e ilusiones le he dedicado. Permítame que hoy, aunque sea brevemente, hable de mí y de usted y de esta relación que nos ha unido discreta e intensamente. En marzo de 2012, y tras mi renuncia al cargo de director general de la radio y televisión autonómica, entré, a través de mi empresa, AgenciaCom, en la propiedad de mallorcadiario.com y emprendí una nueva etapa profesional en el ámbito de la comunicación y el periodismo al frente de este medio. Más de 4.000 días después de un trabajo constante e incesante, se cierra una puerta y sin portazo alguno, abriré otras ventanas.
Merece usted que le argumente las razones y no son muchas, créame. Liderar un medio de comunicación requiere de una labor constante, permanente, obsesiva y llena de responsabilidades, con la empresa, con los lectores y con la sociedad a la que se dirige. Los medios son empresas que, además de las complejidades propias de un negocio cualquiera, llevan implícitas numerosas dificultades y están sometidas a un constante escrutinio. Además, la prensa digital, por su naturaleza técnica, conlleva la esclavitud añadida de la inmediatez y la necesidad de ser los primeros. Podría decirle que responde al agotamiento, aunque sería excesivo. Seguramente es porque prefiero poner el foco en otras cosas y darme un descanso. Llevo trabajando de periodista desde el año 1991 cuando cobré las primeras pesetas en este oficio de contar cosas. Y ya ha llovido, créame, tanto que voy calado hasta los huesos.
Y me voy con gratitud.
Con los lectores. Que hoy son más de un 50% más de los que había el día que empecé a hacerme cargo del periódico.
Con los anunciantes, que han sido numerosos y agradecidos. Grandes, pequeños, exigentes, cómplices y al fin y al cabo, los que financian este medio que es gratuito para quienes lo leen.
Con las instituciones, con las que el periódico ha mantenido una relación correcta, respetuosa y profesional. No ha sido fácil. No les gusta a los políticos que los medios les critiquen y no les gusta a los lectores que los medios no critiquen. Me voy tras tres legislaturas. Una de Bauzà y dos de Armengol. Nunca este periódico ha tenido la complicidad del poder, esto lo sabe bien usted que ha leído cada día mallorcadiario.com. Este es un medio independiente y por ello hemos sido castigados de manera permanente por el poder. Otros no podrán decir lo mismo. Pero aun así hay gratitud, porque ha habido respeto, en general, y no todos los políticos han mirado igual a mallorcadiario.
Gratitud con los colaboradores. Con todos, sin excepción. Hombres y mujeres de prestigio que se han prestado y comprometido a escribir regularmente en este periódico. Siempre se les ha pedido que sean honestos y libres. Y así lo han hecho siempre.
Me voy también agradecido con el equipo. Con los dos directores con los que he trabajado. Tomás Ibarz en una primera etapa y ahora con José María Castro. Grandes profesionales con los que siempre ha sido fácil trabajar y compartir este oficio. Y con los numerosos periodistas con los que he podido contar en la redacción. Desde Joan Miquel Perpinyà o Cristina Suárez, hasta Joan Sastre o José Luis Crispín, pasando por Martí Rodríguez, Laura Marqués, Gabriel Forteza, María Jesús Armendáriz, Xisca Jaume o Xavier Ribas, quien, desde el primer día, de una manera u otra, siempre ha estado trabajando para hacer un mallorcadiario.com mejor.
Gracias también a todos los del equipo comercial, que ha liderado Alberto Hernández y que en su día contó con gente como Marilena Estarellas o el desaparecido Javier Benavente, entre otros.
Con agradecimiento también a mis colegas, los otros medios, con los que he mantenido una excelente relación y una sana competencia, intentado siempre ser los mejores y los más rápidos. Ha sido marca de la casa citar siempre los éxitos de nuestra competencia, por doloroso que resulta ego profesional.
Y especialmente agradecido a Beatriz Díez, compañera y socia con quien comparto todo.
Pero es imposible cerrar esta puerta sin el mayor de mis agradecimientos para mi amigo y socio, con quien he aprendido muchísimas cosas y con quien, desde la sombra y la discreción, hemos llevado este medio a lo más alto. Gracias por estar ahí y hacerlo siempre todo tremendamente fácil. Y todo es todo.
Este periódico queda en las mejores manos, créame.
Atrás quedan miles de noticias, exclusivas mundiales como fue el mamading en su día. Un término que se inventó Xavier Ribas mientras hacia el titular de la noticia del video de las copas por felaciones en Magaluf. Sin duda contribuimos a poner orden al turismo de excesos.
Quedan atrás numerosos eventos como los Desayunos informativos o las tres ediciones de El Turismo Que Viene.
Quedan atrás miles de pequeñas ilusiones por dar noticias, ser los primeros y hacerlo bien. Queda el compromiso con los lectores, la equidistancia y el rigor. Periodismo durante las 24 horas del día y todos los días del año, sin descanso. No ha sido fácil, pero ha sido tremendamente divertido y lleno de satisfacciones, personales y profesionales.
Me voy con enorme gratitud, orgulloso del trabajo realizado y feliz por los éxitos conseguidos entre todos.
Hoy dejo este medio con el deseo de que mallorcadiario cada día sea mejor y con la convicción de que así será.
Seguiré leyendo cada día mallorcadiario.com.