Nos desplazamos hasta Alaró, localidad donde reside hace 18 años. Quedamos en la Plaça de la Vila, frente al Ayuntamiento. Al llegar le vislumbramos pendiente del móvil, sentado y le avisamos desde el otro lado con un toque de claxon…
Aquí no os será fácil aparcar, tendréis que desplazaros unas calles y encontrareis un parking municipal.
Nos salió al paso y nos fundimos en un sincero abrazo, luego caminamos unos minutos hasta llegar a su estudio, o más bien, hasta uno de sus estudios.
Estuvimos ante una puerta oscura de notable dimensión, atravesamos tres espacios y nos abrió otro portalón que nos dejaría boquiabiertos. Un lugar digno de ser reconvertido en un espacio para el estudio, taller, capricho, película, sueño, atalaya de un artista.
No podéis imaginaros la cantidad de porquería que he sacado de aquí. Esto era una antigua fábrica de zapatos y llevaba muchos años cerrada… - Un aleteo de palomas nos distrajo.
Durante muchos años la industria del calzado fue pieza clave en la economía de Alaró, llegando a tener unas treinta fábricas de calzado y a más de dos mil personas trabajando.
Rafael de los Ángeles Forteza Muñoz, conocido artísticamente como Rafa Forteza, nace Palma el dos de agosto de 1955, el mismo año en que llegaban 188.704 turistas a Mallorca, había dos docenas de hoteles entre Palma y Cala Mayor, era el inicio del boom turístico, España ingresaba en la ONU, triunfaban las películas; Al este del Edén y Rebelde sin causa, ambas interpretadas por James Dean que fallecería poco después sin poder disfrutar del éxito, otros que se iban también; Thomas Mann, José Ortega i Gasset, Albert Einstein, Charlie Parker, Alexander Fleming. Salvador Dalí daba por acabada su obra “La Santa cena” y Picasso la serie “les femmes d’Alger”, se inauguraba el Parque de la Paz en Nagasaki, venían al mundo; Kevin Costner, Steve Jobs, Jaume Plensa, Bill Gates, se editaban entre otros, cinco temas muy versionados en la historia de la música; Johnny B. Goode, Only you, Ansiedad, The great pretender y Unchain melody.
¿Un recuerdo de su infancia?
La sensación que me producían las escaleras exteriores del Colegio Luis Vives y que de mayor sigo admirando desde el punto de vista arquitectónico.
Estaba convencido de que esta, sería una entrevista diferente y se lo comenté a Rafa, le dije que no había leído nada referente a él en los últimos tiempos, para no contagiarme.
¡Ah, pues! Yo no he preparado nada tampoco, pensé que hoy podríamos improvisar.
Y así empezábamos, sentados uno frente al otro en una habitación que da a otra contigua en la que tiene una mesa de trabajo. Rodeados de cientos de libros y de numerosas esculturas…
Y de ahí la primera pregunta ¿Guardas obra tuya para ti?
En realidad no. Cualquiera de las piezas que ves aquí dejaría de ser mía en cuanto alguien me demostrase que la quiere. No tengo afán de retener. Además la mayoría de estas, pronto saldrán ya que preparo varias exposiciones. Yo soy de los que piensa como decía Serrat que las canciones dejan de ser del autor cuando la gente se las hace suyas.
Hijo de Fernando, técnico de Telefónica, natural de Palma y de Teresa, natural de Granada y de profesión maestra. Tuvieron tres hijos y tres hijas, Rafa sería el segundo en nacer.
Teresa, su madre, obtuvo un premio por aplicar sus métodos de enseñanza, por su trabajo en enseñanza interpretativa en una escuela pública en Son Gotleu.
Mi madre a veces nos contaba que agradecía haber conocido a aquellas criaturas que no estaban acostumbradas a beber leche por las mañanas, a no lavarse los dientes ni las manos, por ejemplo, y la enseñanza no solo iba a estar dedicada al estudio. Fue una convivencia muy intensa.
De fonfo sonaban las campanas de la Iglesia de San Bartolomé…dong, dong.
¿Es de los que siempre quiso ser artista?
¡No! Yo a los 17 dudada si quería ser ingeniero naval, con tres amigos habíamos hecho unas maquetas y estaba algo desconcertado. Fue mi padre quién me quitó la idea.
Hábleme de la figura de su padre
Mi padre que era un hombre que actuaba sabiamente, a veces me desconcertaba con sus opiniones, con sus reacciones, era un hombre avanzado a su tiempo. Le gustaba leer y uno de sus autores favoritos era Mao Tse Tung. Tuvimos continuas conversaciones que para mí serían determinantes. Yo apreciaba tanto la compañía de mi padre, que planeé realizar el viaje del Transiberiano con él. Al final no pudo ser.
¿Dígame algo que no le agrada de las actuales exposiciones?
Hay una tendencia a dar demasiada información. A veces junto a un cuadro colocan un largo texto y como espectadores no necesitamos tanto detalle. Para entender una obra debemos mirarla, contemplarla. Habla por sí sola. Cuando leemos una novela, concebimos unas imágenes. Con la pintura debemos imaginar las palabras.
¿A qué artistas no hemos reconocido como se merecen?
Yo haría la pregunta al revés, porque creo que hemos encumbrado a demasiada gente, demasiados halagos.
Hay artistas que no lo merecían. Por ejemplo el caso de Van Gogh, al que se le concede reiterada pleitesía. Detrás hay fuertes campañas de promoción y marketing, pero en el fondo si tú analizas la obra, pondríamos a muchos otros artistas por delante. Y eso no quiere decir que su obra no sea buena, algunas de sus piezas son excelentes. Creo que debemos ser más exigentes antes de regalar titulares grandilocuentes. Tendemos a idolatrar en demasía.
¿Qué opina del arte localista?
Que hacen una labor reducida, puede contemplarse como una aportación a lo costumbrista y ahí se queda, para su entorno. Yo pienso que el artista debe tener pretensiones de universalizar su arte. Aunque soy de los respetan las diferentes formas de interpretar y de aplicar criterios, la pintura es descubrir, es investigar continuamente.
Fue el profesor de Historia del Arte Enrique Valdivieso analizando el proceso de modernización de la pintura en España quién afirmó que hemos tenido tiempo suficiente para que las vanguardias influyan en nuestra manera de contemplar el arte; un artista de hoy no puede ser local, en pintura el localismo carece de importancia. Picasso en su etapa de juventud tuvo que marchar a París para internacionalizar su pintura. Es un rotundo ejemplo.
Usted es una persona que contempla a los demás, absorbe del ser humano, no tan solo para sus creaciones, analiza el comportamiento…
Mira, hace unos días estaba en Valldemossa tomando un café con leche y entraron unos turistas y pidieron unas cocas de patata y chocolate, en aquel momento alguien desde detrás de la barra le sugirió al camarero que les sirviera las cocas que eran del día anterior, el camarero hizo un gesto indicándole a su compañero que bajase la voz y este, le contestó; ¡Bah! Estos no se enteran y total nunca volverán.
Estos hechos me molestan. ¡Qué más da, sino te entienden! El paladar del turista si sabrá que le han servido un producto en malas condiciones y se irá decepcionado y evidentemente no va a recomendarles.
Volvían a sonar las campanas… dong, dong.
¿Qué le gustaría que dijeran de su obra?
Nunca pienso en eso, ni ahora y sé que tampoco en el futuro. Yo no pinto por lo que se opina sobre mi pintura.
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Me lanzo a esta especie de cenote, colocado al este de la tierra y me sumerjo hacía sus espacios oscuros, no sé si sabré regresar, pero es la mejor forma de aprender a discernir la alteración de sus contenidos. Distingo varias insinuaciones y dudo si alguna de ellas, es la salida. Cargado de escalofríos, me propongo no pensar y seguir adelante. Los colores de esta naturaleza interior son más espesos, alterados, como si Dios hubiese dejado la superficie y actuado un octavo día. Voy avanzando al revés, como él hace con las palabras a las que investiga y desmenuza, sigo explorando y sus esculturas me miran desconfiadas, se comportan como si temieran que voy a envolverlas, eso no lo haría, pecaría y me las llevaría desnudas. Las acaricio y se transforman, se relajan. Salgo a la superficie por un lugar inesperado y cuando miro atrás una flecha me indica que vaya hacia el norte.
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Por unos momentos me había alejado, continuemos.
Dong, dong… otra vez
¿Qué proyectos tiene en marcha?
Pintar continuamente, varias exposiciones y un trabajo literario con motivo de la entrega del Premio Xam para mi apreciado amigo Pep Llambies, extraordinario escultor, autor de la obra Palma que se ha convertido en un símbolo para la ciudad. Profundizo en la verticalidad y en el interior de la palabra, es algo que siempre me ha llamado la atención la composición de una palabra. En este caso, Palma.
Acláreme el enigma; la composición de la palabra…
Es un entretenimiento. Por ejemplo asir, al revés es risa, Roma al revés es amor, Palma me sugiere espiritualidad. O jugar con el significado, por ejemplo; rama, al revés sería amar pero la rama es el elemento que recibe la luz y nutre a la raíz que está en la oscuridad. ¿Si lo colocásemos al revés?...
Cuando hablas con Rafa te mira fijamente a los ojos, nunca rehúye la mirada y esa sinceridad, se traslada a sus creaciones que te conducen a la reivindicación de espacios primitivos. Es un conversador de filosofía ancestral, sus coordenadas le desvelan y señalan un resistente sistema de valores, el tiempo se alía con su alma y si te precipitas te seduce.
¿Qué tal fue en su etapa de estudiante?
Tuve la desgracia de convertirme en buen estudiante. Me apasioné aprendiendo. Al acabar mis estudios, mi tutor me decía no sé si darte la enhorabuena o el pésame. Sirves para todo y esto a veces supone un problema y hay quien no sabe dominarlo. A veces pensaba en aquel viejo refrán; a ver si seré aprendiz de todo y maestro de nada. En esa época yo era un chaval que carecía de criterio pero incluso eso me sirvió de ayuda.
¿Qué significado le da a viajar?
Cuando he viajado, regreso a mí de otra forma, me voy de mí sin nada y vuelvo con algo. Me gusta ir a lugares que ya he visitado y vivir instantes nuevos, diferentes. A veces me dicen; ¡pero si ya has estado allí! Lo sé, pero el momento y la vivencia no es la misma. Hay lugares a los que volvería y me iría siempre. Me agrada aquella vieja definición sobre el agua del Tajo, el mismo rio, el mismo recorrido, pero el agua es otra.
¿Qué admira y que descarta de una obra de arte?
Valoro el contexto, y descarto el contenido. El sonido sutil, lo vaporoso vence a lo abundante.
Nos levantamos y nos dirigimos a la otra habitación donde Francisca estaba recreándose con las perspectivas para conseguir sus mejores planos fotográficos. Y Rafa nos sorprendió con una explicación. Se puso a dibujar un rostro, incidiendo en la planicie de una nariz vista de frente y que ahora en aquel ejercicio, podríamos contemplar en tres dimensiones, el perfil derecho y el izquierdo aparecían al mismo tiempo.
Hace unos días ha recibido el Premio Enate-Estampa Arte Compartido en la Feria Internacional de Madrid ¿Qué ha significado para usted?
Un reconocimiento de estas características, siempre se agradece. Es emocionante que un jurado formado por gente de merecido prestigio, te escojan entre tantos compañeros.
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Te quedas suspendido en el aire y desciendes por un acantilado de formas inconexas, materias en proceso de sublimación, líneas circulares que quedan en el estrato, bolas hechas en la forja de un fuego que chispea en el interior de los colores, nada es lo que parece y lo que parece, se avista desde el único lugar en el que no existen horizontes, ahí van salpicando caracolas, espirales, ahora dibuja, ahora desdibuja, como unas agujas de acupuntura se infiltra en el cuerpo rocoso y desde el centro de la tierra vuelven a sonar las campanas.
En algunos momentos la conversación iba de un lado para otro, divagábamos y me quedé con algunos apuntes a modo de titular:
Hay gente que se avergüenza de donde es.
Suelo debatir con mis hijas de muchos temas.
Me considero un tipo que aprecia las libertades.
El arte en Mallorca ha prosperado peyorativamente.
En reiteradas ocasiones me dicen de mi pintura; esto, mi hijo sabe hacerlo.
Me gusta conversar, pero me gusta más escuchar.
Me siento muy orgulloso de ser “Xueta”.
Como adolescente fui un joven muy ponderado, más bien normalito.
Me gusta estar con la gente del pueblo, ir a alguno de los bares y ver el fútbol, escuchar las expresiones, las reacciones.
La eterna pregunta sobre pintura y escultura ¿Debemos dar por válido, cualquier objeto que nos presenten como arte?
No vale todo y es difícil que algo me sorprenda, la última vez fue hace muchos años, fui a una exposición. Era en un almacén, en el Soho de Nueva York, en el interior solo había paredes blancas.
Quisimos pasar un rato con el Rafa filosófico, pensador, orador y sus pinturas y sus esculturas, estaban ahí de oyentes.
Aquel día no hablamos de su larga lista de exposiciones en todo el mundo. Solo tenéis que buscar el nombre de Rafa Forteza en internet para obtener esa información.
Pero el día no acabó al cerrar la puerta de su estudio. Nos desplazábamos a Consell para comer en casa de nuestro amigo común; Pep Ferragut, propietario del Restaurante Ca’n Toni Moreno de’s Port de’s Canonge. Junto a su hijo, nos habían preparado un insuperable arroz a banda acompañado de una bandeja de mero y mariscos. Había un grupo de amigos entre los que se encontraba el escultor Pep Llambies a quién me alegre de saludar y citarnos para una próxima entrevista. Brindamos con excelentes vinos por un día de alegría. Luego vinieron cafés y hierbas típicas y Pep ofreció habanos a los comensales.
Mi compañera de fatigas Francisca, y yo, debíamos partir para una siguiente entrevista y dejamos a nuestros amigos envueltos de un aura que el humo de los puros les dibujaba alrededor.
Espero que la siguiente visita con Rafa no se alargue tanto en el tiempo.
Texto: Xisco Barceló
Fotografías: Francisca R Sampol