Ante esta escalada de enfermedad, dolor y muerte, provocada por el coronavirus, la sociedad y las autoridades se han implicado intensamente en el control de la primera gran pandemia del siglo XXI.
La realidad, a día de de hoy, nos describe más de 230.000 mil afectados, un número de fallecidos que se encamina hacia los 30.000 y un porcentaje de sanitarios infectados muy elevado; ya se ha superado la cifra de los 50.000.
En el momento en el que se puede hablar de control del brote, que no de la enfermedad, siguen los contagios, los ingresos en hospitalización y en UCI, de una forma reducida y diversa según los territorios, quiero añadirme al homenaje convocado por el Sindicato Médico y el Colegio de Médicos en recuerdo de los médicos fallecidos en la pandemia.
El compromiso de los sanitarios está siendo muy alto, en general épico y en demasiadas ocasiones heroico. Añadirme al recuerdo de los que se han infectado en su labor de ciudado a los enfermos y en especial a los compañeros que han caído ejerciendo su profesión, en un frente tan duro y escaso de medios como el de la zona cero asistencial.
Desde esta humilde columna quiero trasladar mi más sentidas condolencias a sus familiares y añadirme al compromiso que tenemos con ellos de recordarlos y homenajearlos siempre, QEPD. Tomo prestada la afirmación del Dr Lázaro, que nunca tantos les deben tanto a tan pocos.
Por último, recordar que la potencialidad de la amenaza pendiente, depende tanto o más de cómo nos organicemos en el ámbito sanitario y en el económico, que del propio virus. Hace mucho tiempo que a las autoridades se les ha acabado el amplio margen de confianza del que han gozado, de las medias verdades y de la indisimulada y vergonzante utilización política de la tragedia humana. Buen finde.