Conocemos como Omega 3 los ácidos grasos presentes en algunos alimentos capaces de mejorar nuestra salud y nuestra vista. Como no lo produce nuestro cuerpo tenemos que consumirlo a través de la dieta o de suplementos alimenticios. Pero es importante saber identificar y comprar Omega 3 de calidad ya que algunos pueden estar contaminados.
Lo primero que tenemos que conocer es el origen del Omega 3, qué es exactamente. Se trata de componentes naturales de las grasas que resultan necesarios para nuestro organismo, para el desarrollo y la reparación de las células. Los ácidos grasos son el ácido Alfa Linoleico (ALA), el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA). Solo el primero de ellos es de origen mayoritariamente vegetal y no se puede sintetizar sin los otros dos; los dos últimos son de origen marino y son fundamentales para la vista, el cerebro, el tejido nervioso y la reducción de procesos inflamatorios, de ahí que se denominen ácidos grasos esenciales. Los ácidos de origen marino están presentes en mariscos, aceites de pescados, pescados grasos y algunas algas.
Como ya se ha apuntado anteriormente, nuestro cuerpo no produce por sí mismo Omega 3 por lo que se tiene que consumir de forma natural a través de la alimentación o de suplementos. Sin embargo, en la dieta actual existe un déficit de Omega 3, y más aún si hablamos de ácidos grasos de calidad.
Beneficios del Omega 3 para nuestra salud en general y nuestra vista en particular
Tras conocer el significado de los ácidos grasos esenciales, debemos saber por qué el Omega 3 nos ayuda a mantenernos saludables y qué puede hacer por nuestro organismo. Estos son algunos de los beneficios que encontraremos en estos componentes naturales de las grasas:
Ayudan a prevenir ciertas enfermedades: Es beneficioso para la prevención contra el cáncer o el Alzheimer, dos de las enfermedades más extendidas y preocupante de nuestra época. También se le adjudica la capacidad de mejorar la salud de niños y adultos con TDHA y de paliar ciertos trastornos mentales. Son beneficiosos en casos de depresión y ansiedad, además de contribuir a un mejor descanso y sueño.
Tiene efectos cardiosaludables: Mejoran la salud cardiovascular y nos protege de los altos niveles de colesterol, rebajándolos y ayudando a regular la presión arterial. Entre otras propiedades, el Omega 3 es un vasodilatador potente y puede evitar la formación de coágulos.
Tiene efectos antiinflamatorios: Los deportistas pueden beneficiarse de este aspecto ya que contribuye a disminuir los procesos antiinflamatorios que pueden ir asociados a la práctica deportiva. Pero, además, reducen las dolencias en las articulaciones y mejoran, en general, la salud intestinal.
Mejora el aspecto del pelo y de la piel: El Omega 3 también es muy popular en el mundo de la cosmética y la estética. La piel es el órgano más extenso del cuerpo y debemos cuidarlo. Los hábitos de vida poco saludables hacen que se deteriore con el paso del tiempo. Por eso, es importante tomar medidas como la ingesta de ácidos grasos Omega 3 para ralentizar el envejecimiento y contribuir a paliar enfermedades y dolencias de la piel de tipo inflamatorio. También sirve para prevenir la caída y la rotura del cabello.
Es beneficioso para la vista: Por un lado, previene la DMAE (degeneración macular asociada a la edad) que se vincula con la retina y, en última instancia, puede provocar ceguera, habitualmente a las personas mayores. Por otro lado, contribuye a hidratar la superficie de los ojos y a aumentar la cantidad y calidad de las lágrimas.
Dónde encontrar y cómo identificar un buen Omega 3
Muy poca gente se para a pensar qué clase de Omega 3 está consumiendo y de dónde procede. Si se consume uno de mala calidad podemos estar contaminando nuestro organismo de metales pesados o acumular grasas. Hay varios problemas con los que te puedes encontrar a la hora de intentar consumir Omega 3 de forma natural. Por un lado, la escasez de pescado de poca edad y tamaño, un pescado menos tóxico por estar menos contaminado por metales pesados; por otro lado, el mal etiquetado de muchos productos envasados como el atún en lata, que obvia el origen del pescado.
Por tanto, la opción más factible es consumir cápsulas de Omega 3 certificadas y de confianza que posean una elevada concentración del nutriente y una elevada pureza. Para encontrar el producto más adecuado es importante saber leer las etiquetas. En ellas debes encontrar información como la siguiente:
- Asegúrate de que el Omega 3 está en formato de triglicérido para que se absorba mejor
- Fíjate en que el producto tenga certificado IFOS y acumule 5 estrellas, que certifica que las cápsulas tienen un contenido limpio y puro.
- Presta atención a la suma de DHA + EPA que lleva cada cápsula y no en el total de aceite por la que está formada.