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Los guardias civiles niegan que la denuncia a un hombre en Ibiza fuera falsa
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Los guardias civiles niegan que la denuncia a un hombre en Ibiza fuera falsa

Por Redacción
lunes 04 de marzo de 2019, 13:38h

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Los dos guardias civiles acusados de denunciar falsamente y detener a un hombre por supuestamente conducir bajo los efectos del alcohol en Ibiza han negado este lunes en la Audiencia Provincial que le arrestaran por capricho.

Los dos agentes han defendido que el atestado que realizaron aquella noche se corresponde a la realidad. El detenido sostenía que no había conducido y que el coche estuvo en todo momento estacionado, mientras que los guardias civiles han mantenido que el automóvil estaba en marcha y que detectaron movimiento. En esta línea, los dos han rechazado que abusaran de su cargo y han asegurado que su actuación fue profesional y educada.

Los hechos ocurrieron en abril de 2012 en la zona de la Marina Botafoch de Ibiza.

El detenido sostenía que no había conducido tras beber y que el coche estuvo en todo momento estacionado, mientras que los guardias civiles han mantenido que el automóvil estaba en marcha, con las luces exteriores encendidas y las interiores apagadas, y que detectaron movimiento del vehículo. Uno de ellos ha añadido que vio las luces de la marcha atrás reflejadas en otro coche.

Según los agentes, de los tres ocupantes del vehículo dos llevaban el cinturón abrochado, pero no el conductor, al que dicen haber visto con las manos en el volante. También han declarado que observaron cómo giraban las ruedas y que al llegar el coche patrulla el hombre "abortó la maniobra". Ambos han indicado que el detenido "no podía entablar palabra" porque estaba "muy borracho". En el juicio, el hombre ha admitido que había consumido varios combinados de vodka y chupitos de licor.

Igualmente, los guardias civiles han declarado que no hubo faltas de respeto ni por su parte ni por la de los tres ocupantes del vehículo, y también que el detenido cambió varias veces de versión sobre si el turismo estaba estacionado y parado.

Asimismo, han rechazado que llevaran al arrestado a un "calabozo" en el aeropuerto de Ibiza ya que en esas instalaciones no hay ninguno. Por otra parte, han indicado que no fueron ellos quienes multaron a uno de los amigos del detenido, sino que lo hizo la Policía Local.

Los guardias civiles imputaban al detenido un delito contra la seguridad vial por supuestamente conducir bajo los efectos del alcohol. El procedimiento que se abrió fue posteriormente archivado tras determinar que el coche había permanecido estacionado.

La Fiscalía acusa a los dos agentes de un delito de denuncia falsa, otro de falsedad documental y otro de detención ilegal, y solicita una pena de ocho años de prisión, multa de 7.200 euros y cinco años de inhabilitación.

VÍDEO DE LOS HECHOS

En el trámite de cuestiones previas, el Tribunal y las partes han examinado un vídeo de la noche de los hechos aportado por el arrestado. El vídeo procede de una cámara de seguridad y, según ha explicado en su declaración el hombre, lo obtuvo solicitándolo al personal de Marina Botafoch.

Los abogados defensores de los dos guardias civiles han cuestionado la autenticidad de estas imágenes, que han impugnado como prueba. Sostienen que pueden haberse manipulado, que hay "saltos" en el vídeo y que su mala calidad no permite identificar a las personas o vehículos que aparecen.

Por imposibilidad técnica de ver el vídeo en sala, los presentes han tenido que desplazarse al despacho del informático de la Audiencia Provincial para poder visualizarlo. El Tribunal en la sentencia resolverá si lo admite como prueba.

La continuación del juicio se ha aplazado al 13 de marzo para poder citar a dos testigos. Uno de ellos es un agente ahora destinado a una unidad antiterrorista, que está trabajando de incógnito en España, y por ello la defensa ha tenido dificultades para localizarlo.

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