El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, ha enviado una carta a la delegada del Gobierno del Estado, María Salom, para requerirle su actuación “ante situaciones que se están produciendo en la zona de Punta Ballena que derivan en situaciones que ponen en riesgo la seguridad ciudadana”. El alcalde le ha transmitido y su “preocupación” y la necesidad de que se “redoblen los esfuerzos y se ataque un problema que requiere de la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y que trasciende el ámbito local ya que se trata de mafias que trafican con la explotación de mujeres”. Asegura que aún hay quien “se resiste” a cambiar el modelo turístico de Calvià y sigue apostando por el turismo de borrachera.
El alcalde de Calvià ha pedido que se incremente de “forma real” el dispositivo de la Guardia Civil en el municipio, especialmente en las zonas de ocio nocturno, durante la temporada vacacional, para prevenir conflictos “en aras a una buena convivencia y evitar situaciones que puedan derivar en altercados o asuntos de más gravedad”. La carta ha sido enviada tras la reunión de la Junta de Seguridad mantenida con la delegada del Gobierno el pasado 13 de abril.
En la misiva se asegura que “el Ajuntament de Calvià, desde el primer momento, está trabajando en una dirección clara: la del cambio de modelo que hay en determinadas zonas turísticas, convencido de que el turismo de borrachera y excesos, que aún defienden algunos sectores que se resisten al cambio, no sólo no genera beneficios al municipio, sino que provoca conflictos en las calles”. Y en ese sentido, en el de acabar con este modelo, es hacia “adonde avanzan las actuaciones municipales que se están llevando a cabo con la mejora y cambio de las ordenanzas, su aplicación y el control e inspección periódica, objetiva e imparcial que llevan a cabo la Comisión de Actividades y la Policía Local de Calvià”.
El alcalde concluye solicitando a la delegada del Gobierno una reunión urgente para abordar el tema, a la vez que le reitera la voluntad del consistorio, a través de su Policía Local, de seguir colaborando con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tal y como se está haciendo de manera habitual.
LUCHA POR EL CAMBIO DE MODELO
Calvià espera la llegada de dos millones de turistas en una temporada que se prevé bata las marcas. Se ha puesto en marcha este año una nueva ordenanza que regula la venta, consumo, y publicidad de bebidas alcohólicas cuyo incumplimiento pude comportar multas de hasta 3.000 euros. Entre otras cosas, se prohíbe la exposición y venta de bebidas alcohólicas en la vía pública. Además, el consistorio trabaja con el Govern y cuenta con el beneplácito de los comercios turísticos para limitar el todo incluido en los hoteles. El cambio de modelo también está siendo secundado por los hoteleros de Magaluf que han comenzado a eliminar el todo incluido en favor del turismo adulto, familiar y de parejas. Ello ha ido acompañado de un aumento del nivel de la oferta.
En cuanto a la lucha contra la prostitución y las mafias de explotación sexual, el consistorio ha redoblado sus esfuerzos para erradicar el proxenetismo encubierto en locales de ocio de Magaluf. Palmanova y Magaluf suman alrededor de 25.000 plazas turísticas (aproximadamente la mitad del municipio de Calvià), de las cuales más del 50 por ciento corresponden a establecimientos de cuatro o más estrellas.
Según los datos del Ayuntamiento, de enero a septiembre de 2017 se interpusieron 3.830 denuncias por infracciones de la Ordenanza de Convivencia, de las que 2.126 fueron por venta ambulante, 527 por consumo de alcohol y práctica del botellón, 279 por consumo o tenencia de drogas y 182 por prácticas no autorizadas, como masajes en la playa.
Imagen de una fiesta callejera en Punta Ballena
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