Como un trasto abandonado
miércoles 25 de enero de 2017, 18:52h
Mi nombre es Marés y he pasado las últimas navidades en la calle.
Desde que nací, en una cantera no muy lejana, he vivido en un lugar cubierto y con un abrigo naranja que alguien me puso no se muy bien para que. Poco puedo deciros sobre cual era mi función en aquel espacio ruidoso en el que me colocaron verticalmente, desde mi posición solamente alcanzaba a observar una multitud de piernas que se movían incansablemente y sin ningún orden, sentía un enorme peso sobre mi cabeza y por mucho que me esforcé, en ningún momento de mi estancia en aquel lugar pude ver lo que había mas arriba de las rodillas de aquellas piernas alteradas.
Nunca llegué a acostumbrarme a aquel terrible ruido que llenaba la estancia noche tras noche en los meses de más calor.
El pasado 1 de diciembre sucedió algo inesperado, un grupo de piernas se reunieron a mi alrededor pero no se escuchaba aquel insoportable ruido. Note unos extraños movimientos, de pronto desapareció la sensación de peso sobre mi cabeza y algo me agarró con firmeza elevándome.
Me sentía totalmente desorientado y todo giraba a mi alrededor mientras notaba un movimiento que me recordó mis primeros días en la cantera en la que nací, después solo noté un fuerte golpe en la espalda y perdí el conocimiento.
Desperté aturdido y me di cuenta de que había perdido mi verticalidad, estaba con la espalda en el suelo de un lugar sin techo, volvía a estar en el exterior, una vez más recordé mis primeros días en la cantera. Entonces comprendí que ya no me necesitaban en el lugar ruidoso y me habían abandonado a mi suerte.
Muy pronto comenzaron a pasar piernas junto a mí pero desde mi nueva posición ahora podía ver a los seres que estaban sobre ellas y entendí que las usaban para transportarse, pasaban muchos sin apenas mirarme, otros me miraban con extrañeza pero sin detenerse. De pronto uno de los seres sobre piernas se detuvo junto a mí y observándome con detenimiento comenzó a hablarme, fue la primera vez que escuche mi nombre, ¿Qué haces aquí Marés? me dijo el ser sobre piernas y pasando sus dedos sobre un objeto plano con uno de sus lados muy brillante, dijo que mandaba un mensaje a un responsable municipal para que se ocupara de que alguien me recogiera y me dejara en el lugar al que deberían haberme llevado quienes me abandonaron y que allí se ocuparían de buscarme una nueva utilidad, me explicó que a esto ellos lo llaman reciclar pero que hay muchos seres sobre piernas que no saben como hacerlo .
El ser sobre piernas me dijo que era el día 2 de diciembre y se acercaba algo que ellos llaman Navidad que seguramente vendrían pronto a recogerme, dicho esto, se despidió y pude observar como se alejaba sobre sus piernas.
Pasaban los días, de noche aparecían seres con piernas que abandonaban otros objetos inertes, otros seres con piernas miraban uno por uno los objetos y se llevaban a algunos, a otros los desmontaban para llevarse únicamente partes de
ellos. Las partes y objetos que no querían quedaban de nuevo abandonados.
Una mañana se acercó un ser con piernas acompañado de otro ser diferente, era más bajo y en lugar de transportarse sobre dos piernas como los demás lo hacía sobre cuatro. Este ser pequeñito se detuvo a mi lado, levanto una de sus piernas y vertió un líquido caliente sobre mi. Durante los días siguientes, aparecieron otros seres sobre cuatro piernas y todos hicieron lo mismo, debe ser una costumbre que tienen.
Empezaba a tener dudas, nadie me recogía pero una noche habían llegado dos seres con piernas en un objeto que al contrario de los demás, si se movía, un objeto que al parecer se transportaba sobre cuatro piernas redondas. Los seres cogieron a los objetos inertes y los cargaron en aquel objeto móvil en el que habían venido, no mostraron ningún interés por mi presencia y acercándose a un objeto muy voluminoso y totalmente blanco, lo miraron pegándole al mismo tiempo un triángulo de papel de colores. Sorprendentemente no cargaron aquel objeto blanco y se fueron por donde habían venido. Los objetos aparecían y desaparecían pero siempre permanecíamos aquel objeto blanco y yo, otra noche volvieron aquellos seres que se transportaban en un objeto móvil y se llevaron al objeto blanco.
Durante un breve espacio de tiempo estuve solo en el lugar hasta que alguien abandonó a otro objeto blanco, una mañana apareció aquel ser con piernas que me había hablado, aquel que conocía mi nombre, dijo que ya era día 28 de diciembre y que le parecía una inocentada del ayuntamiento que yo aún permaneciera allí. Tomó en sus manos aquel objeto plano con lado brillante y mientras miraba a través de él escuche un ruido extraño, una especie de clik, no se que era aquel ruido pero pensé que podría ser algo bueno, aquel ser sobre piernas no parecía comportarse como los demás, intuía que tenía interés en lo que me sucediera.
Acaban del llegar los seres que se transportan en un objeto móvil y me están cargando en el, se que me llevarán a otro lugar y espero que lo que decía aquel ser sobre piernas que habla sea cierto, espero poder seguir siendo de utilidad, espero que exista el reciclaje.