Con esta expresión que ha causado fortuna se intenta describir un cúmulo de sensaciones que determinadas personas tienen cuando creen que tendrán, tienen o han tenido, poder. Algo de verdad hay en eso porque determinados individuos se postulan para ser presidentes de la comunidad de propietarios o de cosas similares. Poder al nivel que se pueda acceder.
Séneca - ese cordobés universal que ha dado nombre a un determinado tipo de individuos que de todo opinan- dijo hace unos años (unos miles), que el hombre más poderoso es el dueño de sí mismo; hoy nada más lejos de la realidad, no existe nadie dueño de sí mismo.
En esta columna en alguna ocasión he sido crítico con la Presidenta Armengol que en lugar de haber dimitido la misma noche electoral de las autonómicas por el resultado obtenido (el peor de la historia de su partido); pues bien, por coherencia y en la misma línea debo decir lo mismo del Senador Bauzá que este fin de semana ha anunciado su vuelta. No es posible que tan solo dieciocho meses después haya olvidado el lamentable resultado que obtuvo en las elecciones autonómicas. El peor de la historia de su partido.
Se le premió, inmerecidamente en mi opinión, con un cargo plácido de senador autonómico, se le convirtió en padre de la patria y legislador, ni más ni menos!!! Lo cual da la razón a quienes pensamos que debe ser reformada la Constitución en ese aspecto ya que como cámara de segunda lectura no funciona, habiéndose convertido en un cementerio de elefantes.
Ante una derrota, sin paliativos, como las de la Presidenta Armengol y Senador Bauzá hay que asumir responsabilidades políticas de verdad. No podemos aceptar los apaños que se vienen haciendo.
Cuando hablo de poder no puedo obviar a alguien que fue un auténtico maestro en ese arte, Henry Kissinger, su biografía es apasionante y celebre su frase “el poder es el último afrodisiaco”. Que pasen un buen día.