En casa estamos recogiendo tapones de plástico para un niño de Inca que tiene una enfermedad rara, cuyo tratamiento es muy costoso. Me parece perfecto que haya solidaridad ciudadana para un caso de este tipo pero, al margen de esta campaña, para la que deseo el mayor éxito, se me ocurren algunas preguntas que no termino de contestarme: ¿es posible que esta familia no se vea totalmente amparada por la Seguridad Social? ¿Es verdad que en este país, al que traemos a chicos de países lejanos, con necesidades sanitarias especiales -y no lo critico-, un pequeño de entre nosotros tenga que acudir a estos métodos para pagarse la atención médica? ¿Es posible que un país que dedica el 0,7 por ciento a atender al Tercer Mundo no ofrezca atención médica a para todos sus ciudadanos en todos los casos, sobre todo en un asunto de este tipo?
Me hago las preguntas y no contesto porque no sé si estamos ante un diagnóstico médico que la Seguridad Socialno financia o se trata de algo diferente, más complicado. Pero, en todo caso, sí que tengo claro que no deberíamos aceptar, de ninguna manera, que en un país en el que se ha hecho y se hace cualquier dispendio absurdo, incluso hoy, que una persona enferma, que ha pagado sus impuestos deba acudir a la solidaridad ciudadana para ser atendido. Sería totalmente indignante.