Aixa no es un lugar donde cumplir unas horas e ir pasando el curso
domingo 30 de agosto de 2015, 10:28h
He sido durante dos años profesora en uno de los colegios que actualmente están en el ojo del huracán, los del Parc Bit, y me hubiera gustado seguir siéndolo si no fuera porque me tengo que trasladar.
La reciente noticia sobre los conciertos me ha causado perplejidad e indignación, porque conozco de primera mano la calidad de estos colegios y porque me consta que esta decisión dejaría en una situación muy difícil a muchos padres.
Durante dos años en Aixa, he visto el esfuerzo y la dedicación del equipo educativo con las niñas: se ha buscado siempre que cada una de ellas de lo mejor de sí, que potencien sus virtudes y cualidades, con verdadera vocación docente. Aixa no es un lugar donde cumplir con unas horas e ir pasando el curso, es un centro en el que se cree en que cada alumna es diferente. Se busca innovar en educación para que se aprenda mejor, se potencien todas las inteligencias, se conviva, se comparta y se respete. Se cree en la educación con todas las letras, y creo que es una enorme discriminación y una injusticia negar esa educación a los que no se la pueden permitir.
A los que critican el colegio, les invito a conocerlo; les puedo asegurar quela educación diferenciada no fomenta la desigualdad de género, sino todo lo contrario: se les enseña a valorarse como mujeres, a potenciar sus cualidades y a que su sexo no les condicione. A los padres quiero recomendarles el colegio: en él sus hijas serán educadas de manera personalizada, se las ayudará a crecer en todos los ámbitos, se las guiará para valorar sus diferencias y las de los demás y para alcanzar sus mejores resultados. En plena democracia y en una sociedad que busca la igualdad, costaría creer que no se permitiera a alguien acceder a esa educación por motivos económicos.