
La Policia, tanto local como nacional, tendrá mucho trabajo este verano en la Platja de Palma. Para esta temporada alta ya se han detectado unos
550 vendedores ambulantes, en su gran mayoría subsaharianos, que ya residen en la zona. También se han observado tres
collas de trileros, compuesta por media docena de
profesionales cada una.
A su vez, fuentes policiales calculan que habrá en acción, como mínimo, medio centenar de
carteristas y reptadores. Estos últimos son especialistas nocturnos en actuaciones en la arena de la playa. Esperan que el turista se desnude y se lance al agua para acercarse como serpientes y llevarse la cartera y la ropa. También vigilan
parejas que se van a la arena. Actúan en el momento más oportuno y con gran habilidad. Los dejan sin nada.
De momento, aún es "indeterminado" el número de proxenetas en acción, que manejan el negocio de la prostitución en la zona. A veces chicas desnudas se lanzan al mar de noche
provocando a los hombres, a menudo bebidos, que están en los alrededores. Algunos varones pican y también se echan al agua desnudos.Es el momento esperado por los
reptadores, que hacen su agosto.
El trabajo de este verano será ingente para la Policía. Cada día habrá
40.000 turistas en la zona, que irán renovándose semana a semana o quincena a quincena. Es decir, gente despistada y presa fácil de los desaprensivos y delincuentes. A los turistas hay que unir
60.000 residentes. Unos 140 policías locales de Palma divididos en diferentes turnos e incluyendo días libres y posibles bajas laborales tienen que hacerse cargo de una inmensa ciudad de vacaciones de cien mil personas dispuestas a divertirse.
Se calcula que, a la vez, no habrá en algunos turnos más de
treinta agentes disponibles. Son cinco quilómetros de playa más todo el núcleo turístico. A cada agente local le toca un promedio de control de más de hectárea de zona urbana, con sus bares, hoteles, playas y paseos. Y más de mil turistas y dos mil residentes por caca policía local. Para ellos es una tarea ingente.