
El
Real Mallorca de Lluís Carreras ya sabe que su lucha en las jornadas que quedan
será evitar el descenso a Segunda B, lucha que tampoco será fácil.
El equipo bermellón
aguantó el tipo ante el líder de la categoría durante el primer tiempo, en el que tuvo ocasiones y vió como el árbitro le anulaba un gol más que dudoso.
Sin embargo, el
Deportivo es mucho Dépor y doblegó al Mallorca con dos situaciones cruciales: un penalty en el minuto 40 que transformó
Sissoko, y el 0-2 en el primer minuto de la reanudación, que acabó noqueando a los locales, obra de
Luisinho. Más tarde, en el 66' llegaría el 0-3, en un contraataque gallego culminado por
Borja.
La otra noticia estuvo en la grada, que presentó uno de los peores aspectos de la temporada. Grada que, ya con el 0-2, se encaró al palco y volvió a reclamar la dimisión de los dirigentes del Real Mallorca. El tercer gol deportivista colmó la paciencia de los aficionados que protagonizaron una desbandada abandonando el estadio a 20 minutos del final.