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Mea Culpa

domingo 19 de noviembre de 2023, 04:00h

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El alcalde de Palma, en el acto del día de la policía local, pidió perdón a los agentes que fueron acusados injustamente en los casos Cursach, Ora y Playa de Palma. Jaime Martínez ha demostrado su casta, al pedir perdón. Y eso que él no tiene ninguna culpa de lo que hicieron otros responsables municipales. Se acuerdan ustedes de las detenciones de la familia de Álvaro Gijón. ¿Se imaginan que metan en la cárcel a sus padres y a su hermano, con la intención que digan que tenía dinero escondido de la concesión de la ORA.? Y ahora qué. Dónde están los concejales que, en muchas declaraciones que yo seguí como periodista, acusaron y demonizaron a él y a la policía local. Me acuerdo de un periódico que llevó a portada la noticia de la implicación de un responsable de la policía local de la Playa de Palma. El periodista y el medio no comprobaron la noticia y acusaron a otro policía con el mismo apellido. Yo aún espero alguna columna de opinión o editorial en la que estos Medios, pidan perdón por sus errores y por el daño que han hecho a los acusados y a sus familias. Pero es igual, calumnia que algo queda, vendemos periódicos y encima le hacemos el juego al partido que ahora manda, en ese caso el PSOE, Més y Unidas Podemos. Y ninguno de ellos, han pedido perdón. Ni lo harán. La sentencia que condena al juez y al fiscal, de cuyos nombres no quiero ni acordarme, nos demuestra que hay justicia. No siempre, pero hay justicia. Se han cometido numerosos delitos, sobre todo relacionados con la política y la malversación del dinero público. Una situación, que ahora es utilizada por el nuevo gobierno nacional para atacar a la derecha. Ya lo saben, calumnia que algo queda. Durante todos estos años pasados, hemos visto como la política, el periodismo, la prevaricación judicial y los movimientos sociales antisistemas, han acusado a la gente del PP de un sinfín de delitos. Lo que alguien tituló la pena del telediario. Este país nuestro lleva 20 años, desde el programa Tómbola, de Canal 9, alentando la justicia paralela de la gente, sin educación, ni conocimientos, ni ganas de tenerlo Es mejor criticar y linchar a los que no son como nosotros. Sobre todo si son ricos y famosos; si tienen poder en el partido contario a nuestros ideales. A todos esos hay que condenarlos a la guillotina, antes que los jueces intenten poner orden en el desastre social. Y esa es mi reflexión de hoy. Henos creados una sociedad que se cree lo que le dicen. Que no cuestiona nada de sus líderes. Que les importa un comino que sea verdad o mentira, todo vale para cargarse a la competencia. Es cierto que esa actitud nace de la sustitución de la guerra por el futbol. Pero ahora, esa actitud se aplica en la política. En los parlamentos, en los plenarios y en la calle. Todos son culpables de esta situación. Y esto irá a más. La confrontación social no se para con leyes de amnistía. Ni se soluciona con la mitad de un país en contra. Y al mentir, cuando dicen que van a acodar las leyes, cuando dicen que negociaran con todos los partidos y aseguran que gobernarán para todo los españoles, se mienten a sí mismos. Pero es igual. Lo hemos visto en el debate de investidura. Unos y otros han demostrado que no son dignos de representarnos. Todos los diputados aplaudiendo a su líder, para conservar su silla. Recuerdo el poema que dice: pobre del cantor que no arriesga su cuerda, por no arriesgar su vida. La mentira, ya institucionalizada en España, es tal que tardaremos dos generaciones en cambiar ese modelo de lucha política, Menos mal, que los jóvenes de hoy, los que todavía no están en un banderín de enganche, se interesaran por la política y al leer la historia de España, y de las distintas filosofías políticas, puede que se apunten a unos u otros. Pero lo harán con conocimiento de causa, o harán lo que esperan unos y otros, que se radicalicen en contra de los opositores. Es decir, viva el totalitarismo.

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