Caos total en la gestión del PP en la sanidad pública

O bien hubo un error antes o bien ahora. Obien lo hubo antes y también lo hay ahora. La cuestión es que en la Sanidad, el PP ha perdido el crédito y sólo lo va a recuperar si es capaz de llevar a cabo una gestión coherente durante un tiempo, si es capaz de demostrar que tiene a alguien que se entera de lo que tiene entre manos. Al parecer, Bestard, el gerente del IBSalut destituido, era partidario de aplicar unos recortes que defiende la vicepresidencia económica pero a los que se opone la consellera, como si tuviéramos alternativas, como si pudiéramos elegir. La consellera, pues, ha barrido con todo lo que se movía, como si haber entrado a trabajar en ladirección del IBSalut con el PP fuera un estigma.

En estas circunstancias, el espectáculo que se está dando no tiene parangón: ceses y dimisiones masivas, falta de línea en la gestión, ausencia de norte. La cuestión es grave en sí misma, pero si pensamos que el IBSalut es la tercera parte de todo el gasto autonómico, entonces comprendemos con más claridad que esto tiene muy mala pinta. Con una gestión rigurosa y cuidada, lo opuesto de lo que estamos viendo, es poco probable que pueda producirse un control del gasto como el que es necesario; con este desmadre, por supuesto, ya nos pueden intentar vender la burra que quieran, que no cuela.

Aquí no se trata de celebrar que quienes veíamos que esto no aguantaba teníamos razón; ni se trata de admitir que las cosas son o no de una manera, aquí el problema de fondo es que no tenemos tiempo para reconducir un barco a la deriva que se va a llevar por delante lo que podría aún quedar de nuestro estado social. Porque estas payasadas son parados en empresas que no soportarán los impuestos, son céntimos en la gasolina, son impagos en los medicamentos. Porque cada euro que dilapidamos en todo este vergonzoso desastre lo vamos a pagar, hoy o mañana, a precio de oro, con recargos e intereses.  Una pena.