Los casos de gonorrea han aumentado un 842% en Balears en cinco años

Los casos de infecciones gonocócicas en Balears han aumentado un 842 % en cuatro años, de los 21 declarados en 2010 a los 198 de 2014, un incremento "alarmante" para el Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) que evidencia el fracaso de las políticas de prevención y educación sexual.

Este instituto cita datos fuentes del Ministerio de Sanidad y de la Conselleria de Sanidad de Balears, entre cuyas cifras también figura que el aumento de la gonorrea ha crecido un 26,9 % en 2014 respecto a 2013. Mientras tanto, los casos de sífilis han disminuido un 32,2 % en ese periodo.

Estas enfermedades son de declaración obligatoria, por lo que cuando se conoce un caso se debe comunicar a la Conselleria de Salud.

El IPFB apuesta por una "prevención realista" y una "actuación conjunta" entre las medidas de prevención y las actitudes y comportamientos sexuales.

Para este instituto, una política sanitaria "realista" de prevención de infecciones sexuales debe incluir la promoción de la abstinencia entre los jóvenes sin pareja estable y la fidelidad entre parejas estables ya constituidas.

Al igual que ante cualquier riesgo de epidemia, defiende el IPFB, se intentaría así frenar su expansión disminuyendo el tiempo de exposición a los posibles agentes causantes de la infección y, simultáneamente, disminuyendo el número de posibles contactos capaces de propagar el agente infeccioso.

Además, para este instituto es "imprescindible buscar" la colaboración de los medios de información en la promoción de actitudes saludables como la abstinencia y la fidelidad en los adolescentes.

"Estos postulados no se ofrecen desde ninguna postura ideológica o religiosa preconcebida, sino en base a motivaciones de prevención en salud pública", sostiene el IPFB.

Sin embargo, apostilla esta entidad, sería "simplista" considerar que con solo promover la abstinencia sexual se lograrían disminuir estos casos, o los embarazos no deseados.

El IPFB reclama al nuevo Govern balear que cualquier estrategia preventiva en materia sexual cuente con la opinión de los padres o tutores