
Este domingo se han cumplido tres meses de la desaparición de la joven de 15 años Malén Ortiz, tras bajarse de un autobús en Magaluf y dirigirse hacia la casa de su novio en Son Ferrer. Nunca llegó. Su pista se perdió después de que se le grabase por delante de los viveros de Sa Porrassa. La siguiente cámara de seguridad en el trayecto nunca la llegó a grabar. De ahí que la investigación se centrase en un primer momento en dicha zona.
Son 90 días los que han pasado sin que nada se sepa de ella, sin embargo, la Guardia Civil sigue "tirando de hilos", tal y como ha podido saber
mallorcadiario.com. Después de varias jornadas de rastreos físicos por la zona -por tierra, mar y aire- se ha abierto un periodo en el que aparentemente no se busca. No es así. Los investigadores mantienen las dos hipótesis posibles abiertas (desaparición voluntaria o involuntaria) y fuentes del caso afirman que se sigue trabajando pero se hace en la sombra.
La estrategia podría definirse como "aparente relajación", es decir, moverse en la sombra y mantener la opacidad total de acciones a la opinión pública de manera que este tema quede "aparcado".