Todas las alarmas saltaban este domingo a primera hora de la tarde. Una quema de rastrojos daba pie a un fuego descontrolado que devoraba la finca de Can Lleig, cerca de Cala Tuent, y ponía en riesgo varias viviendas. Resucitaba la pesadilla de hace tres veranos, cuando 2.300 hectáreas de la Serra ardieron.
No obstante, la intensa labor de los efectivos del Ibanat y los bomberos ha conseguido dar por controlado el fuego este lunes a mediodía. En total, 13 hectáreas calcinadas.
Diversas autoridades han expresado su alivio públicamente afirmando que "la Serra está a salvo" de una nueva catástrofe.