La presidenta del Govern de les Illes Balears, la popular Marga Prohens, recibió este pasado jueves a las dos mallorquinas que han conquistado la Copa del Mundo de fútbol femenino con España -la marratxinera Cata Coll y la felanitxera Mariona Caldentey- en un acto que dejó varias anécdotas.
La primera en llegar hasta el Consolat de la Mar fue la guardameta. Cata lo hizo pasadas las 18.30 horas, visiblemente cansada pero luciendo su eterna sonrisa. Recién aterrizada de la vecina Ibiza, fue recibida en la puerta del Consolat de la Mar por una presidenta del Govern que le recordó la gran parada que hizo justo al final, en un saque de esquina donde las inglesas buscaban un tanto que forzara la prórroga.
Minutos después apareció Mariona, acompañada por su madre y su abuela. "Yo soy muy amiga de tu abuelo", le confesó en catalán la presidenta a la campeona. Tras una breve charla, la de Felanitx preguntó si había llegado Cata. "Esta es muy peligrosa", aseguró entre risas.
"Ya te echaba de menos", le dijo Cata a Mariona al reencontrarse. Hay que recordar que la felanitxera no viajó hasta Ibiza, donde algunas de las futbolistas continuaron con sus celebraciones tras darse un baño de masas en Madrid.
Una vez en el interior del Consolat, Prohens tuvo el detalle de llevarle un vaso de agua a la abuela de Mariona, visiblemente emocionada. Momentos después, la presidenta aprovechó el momento de intimidad para presentar a su hijo a las campeonas.
El pequeño, que juega a fútbol como portero, se fotografió con ellas. "No me puse nervioso. Sabía que ibais a ganar", les dijo sin tapujos. Por cierto, Prohens admitió que siguieron la final por el móvil, mientras hacían las colas para montar en las atracciones de un parque de atracciones de Copenhague (Dinamarca).