
Se ha mudado -ya no vive en Son Banya sino en S´Hostalots-, reniega de "aquel negocio" -la droga- y ahora, asegura, se gana la vida como empresario: desde hace meses es el propietario y promotor de la
discoteca Cavalli, en la Avenida Joan Miro, 64 de Palma. La cuestión es que, a pesar de esta limpieza de cara, ya ha tenido problemas con los Cuerpos de seguridad.
Hace dos semanas, aproximadamente, agentes de la Policía Local de Palma procedía al
cierre inmediato del local por exceso desmesurado de ruido. "Es un local pequeño y muy mal insonorizado. Ya provocaba conflictos con los vecinos con sus anteriores propietarios, pero con la llegada de 'El Ico' no sólo no se han arreglado sino que han ido a más y las
quejas vecinales también", afirman a
mallorcadiario.com fuentes del cuartel de San Fernando.
Fue tal el ruido de aquella noche que los efectivos de la Policía actuaron de inmediato, clausurando la discoteca
por tres días, tal y como marca el reglamento en estos casos. Advierten que la próxima vez el periodo será mayor, de manera gradual "hasta la clausura total, si no pone solución a esta situación", agregan.

Pero además del escándalo sonoro, el hijo de La Paca ocasiona también problemas al bloque de vecinos de enfrente. Son muchas las veces que
deja su vehículo -un Hummer- en el vado, impidiendo la entrada y salida de los coches de los propietarios.