La cordura vuelve a EMAYA
sábado 19 de julio de 2014, 20:35h
Por fin ha imperado la cordura en EMAYA. Este viernes se ha llegado a la desconvocatoria de huelga tras largas semanas de tensión y cuando faltaban pocos días para que el conflicto llegase a la hora decisiva del paro. El acuerdo ha sido posible gracias a dos factores.
El primero, y más importante, ha sido la habilidad de la dirección de esta empresa pública dependiente de Cort. No se ha desviado ni un milímetro de la legalidad, ha conservado la calma y ha sabido conducir el conflicto por los cauces normativos establecidos. Actuar con señorío, yendo de frente, con lealtad y con la generosidad de la mano tendida, desarma al más pintado. Esta actitud siempre acaba por recoger sus frutos.
El segundo factor es que los representantes de los trabajadores se han dado cuenta de que habían ido demasiado lejos. Se estaba generando demasiado rechazo social y eso podía repercutir en el desprestigio de un colectivo laboral tan importante y respetado como el de EMAYA. En tiempos de crisis, cuando miles y miles de familias palmesanas se han tenido que estrechar el cinturón para seguir adelante, hay actitudes que se convierten en contraproducentes. Y mucho más en plena temporada turística.
Pero lo más importante es que el conflicto se ha resuelto. Es más que posible que la tensión continúe circulando por las interioridades de EMAYA. No hay que olvidar que en los últimos cinco años se han producido cinco amenazas de conflicto. Pero al menos ha quedado garantizado el servicio este verano. Ahora queda un largo margen por delante para limar todas las asperezas que quedan pendientes. Se ha superado la fase de la posible conflictividad. Ahora debería llegar la del diálogo franco, positivo y realista para ir arreglando poco a poco todas cuestiones que puedan derivarse en un mejor servicio a los ciudadanos. Eso, al final, es lo más importante y el único sentido que tiene esta empresa.