Los agentes arrancaron la investigación después de que vecinos de la zona hallasen el cuerpo de estos animales -dos gamos europeos- en el interior de una bolsa de restos de obras.
Tras varias pesquisas, dieron con un vecino de Llubí que tenía en su finca varios animales de este tipo, pero que se deshizo de los dos anteriores "por no poder mantenerlos". Según declaró ante los agentes, se los llevó a un vecino de Binissalem pero en el trayecto murieron.
El Seprona concluye que los animales fallecieron debido al estrés y la "manipulación no adecuada" durante el trayecto y el ahora investigado los abandonó en el punto en el que fueron hallados.