Hacia una nueva fachada marítima

Palma tiene en la actualidad pocos recursos, pero ya se otea una importante recuperación al amparo del vigor de la industria turística. En este contexto de recuperación del optimismo, Cort impulsa una reforma del PGOU que incluye la construcción de un boulevard en la fachada marítima que vaya desde el Parc de la Mar al Palau de Congressos. En paralelo el Govern participa en un concurso de ideas convocado por las autoridades de Bruselas sobre actuaciones en lugares singulares donde ha incluido una reforma integral del Paseo Marítimo desde Can Barbará al Palau de Congressos. Se trata de iniciativas paralelas y perfectamente compatibles que buscan un importante objetivo de futuro: transformar la fachada marítima de Palma abriendo la ciudad a la bahía.

Cuando se transformen en realidad estas iniciativas Palma conseguirá un impresionante paso hacia adelante. Ya nadie podrá discutir que por su belleza y clima único, su fachada marítima será un factor clave para convertir a la ciudad en una capital turística inigualable a nivel planetario, tanto en invierno como en verano. La inversión será grande. También se tendrán que resolver problemas importantísimos como la reducción de carriles para el tráfico. Pero los beneficios colectivos que se anuncian con esta iniciativa son inmensos, mirando no sólo a las actuales generaciones sino también a las futuras, que recibirán el legado impagable de una ciudad de primerísima categoría.

Antes de aprobar el proyecto definitivo queda mucho por discutir, por analizar y por proyectar. Pero ya está dado el paso fundamental, el primero, el centrado en la decisión política de ir hacia adelante en esta ambiciosa iniciativa. Lo importante ahora es que la consecución de una nueva fachada marítima que otorgue más categoría a Palma. Es de esperar que esta iniciativa consiga un notable consenso,  sometido por supuesto a discusión por parte de las fuerzas políticas,  y que sea motivo de análisis de la próxima campaña electoral.

En este sentido, los ciudadanos agradecerían una campaña en positivo, creativa, marcada por los proyectos en vez de por el negativismo estéril. La fachada marítima es un excelente motivo para ilusionar a los palmesanos y a muchísimos mallorquines, a hacerles creer en el futuro.