Falso debate

Hemos estrenado rey. Felipe VI ya ha tomado posesión de sus nuevas responsabilidades. Con él, también estrenamos nueva reina. Numerosas líneas se escribirán sobre ello. Mientras tanto, las calles se llenaron de ciudadanos felices por tener una monarquía renovada.

Lo fácil para los madrileños era marcharse a la sierra, hace un día soleado, el tiempo acompaña, sin embargo han preferido quedarse en la ciudad y arropar a la pareja real.

Este hecho, me parece muy clarificador. En las últimas semanas, algunas voces se han elevado para reclamar una república, aunque realmente nadie parezca tener claro qué clase de república se quiere.  Como decía, que la sociedad se haya lanzado a animar y festejar a los nuevos reyes de España, demuestra que en realidad es una minoría quien quiere cambiar al jefe del estado y que somos la mayoría quienes deseamos que siga tal como está, con la exigencia de dar nuevos aires, sí; pero tal como está. En resumen, hay un falso debate social, solamente promovido por intereses políticos de una izquierda radical que no sabe cómo salir de su ostracismo.

No es justo que los que tienen una menor representación, nos quieran obligar al resto a plantearnos cambios para los que por ahora no estamos preparados o que simplemente no deseamos. Es momento de unirnos como país, de renovar las energías, de caminar juntos y construir en lugar de destruir.

Desde ésta columna, deseo bienaventuranzas a los nuevos monarcas, deseo que sean capaces de identificarse con el mundo que les rodea,  sin olvidar que su condición, viene cargada de múltiples obligaciones y en ocasiones pocas alegrías, pero seguro que ya lo tienen más que asumido. Un breve recuerdo para el rey Juan Carlos I y la reina Doña Sofía, ejemplo de monarcas, que supieron adaptarse a su tiempo, de dar respuesta al clamor social y que han sido queridos y admirados. Espero que los nuevos reyes consigan tanta o  más admiración que los monarcas salientes.

Por último, decir que ésta es la ocasión perfecta para alegrarnos, muy a pesar de que la selección no nos haya dado otro mundial. Pero no pasa nada, la vida sigue, mañana volveremos a levantarnos a trabajar, a cuidar de nuestras familias, a vivir, que al final, es lo que importa.