Una exposición en el Moll Vell de Palma repasa la historia de los faros

Las diez imágenes, seleccionadas por la APB y el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, pueden ser contempladas ante la puerta sur del antiguo edificio de oficinas de la Autoridad Portuaria, en el Moll Vell de Palma.

Los faros seleccionados son Tagomago, Moscarter, sa Bleda Plana, Portopí, Barbaria, Llebeig, Cavalleria, Alcanada, sa Mola y la Mola. Todos ellos han acogido diversos proyectos de modernización a partir de 1970, consistentes, en su mayor parte, en actuaciones de electrificación.

Estas instalaciones destacan por su integración en el medio ambiente y su utilidad a la hora de salvar vidas. Los autores originales de los proyectos, aunque no en todos los casos ejecutaron las reformas, son Rafael Soler, Mauro Serret, Emili Pou, Eusebi Estada, Antonio López Montalvo y Pedro Garau Cañellas. De estos ingenieros de caminos, Rafael Soler es el único que todavía vive.

La APB y el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos se han unido a esta iniciativa aportando imágenes y textos, en lengua catalana y castellana, que permiten identificar los faros que se han beneficiado de estas intervenciones.

20 FOTOGRAFÍAS Y 10 INFOGRAFÍAS

Concretamente, la exposición acoge una colección de 20 fotografías, 10 infografías y 20 textos técnicos, además de otras descripciones genéricas, que destacan por su valor histórico y científico. Tanto los sistemas de encendido de faros como las maquinarias y ópticas forman parte de la muestra.

La colección permite al visitante conocer el origen y evolución de los faros y el resto de sistemas de ayudas a la navegación desde 1970 hasta la actualidad, y valorar la importancia que estos recursos tienen para los barcos.

De esta manera, la exposición repasa las señales marítimas más primitivas y se adentra en los primeros edificios levantados con señales acústicas, electrónicas y visuales, hasta llegar a la actualidad, cuando las ayudas a la navegación han alcanzado un elevado nivel de tecnificación y ya pueden ser controladas de manera remota.

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, muchos de los elementos de las señales perdieron su uso original, pero conservan todavía su valor patrimonial e histórico, tal como se podrá comprobar en esta exposición, que se halla a disposición de los visitantes en el Moll Vell.