
Ramon Socías (Caracas, 1960) aspira a ser candidato a cort por el PSIB si supera las primarias que le enfrentan a José Hila. Médico de profesión, ha vivido la mayor parte de su vida en Palma y ha sido alcalde de Sóller, senador y delegado del Gobierno en Balears (2004-2011). Le hubiera gustado un proceso de primarias en Palma abiertas a todos los ciudadanos y no sólo a los afiliados. Afirma que hay que superar las históricas guerras internas del PSIB. Pide a sus compañeros que voten "con la cabeza y no con las tripas". Asegura que el factótum Ramon Torres le animó a presentarse y luego le dejó colgado. El día 30, el PSIB-Palma votará.
-¿Cómo ve a su contrincante del PP, Marga Durán, caso de salir elegido candidato socialista?-No me gusta preocuparme de los otros. Lo principal es centrarnos en arreglar los problemas de los ciudadanos. Y en segundo lugar, intentar arreglar nuestra casa socialista. No obstante, llama la atención la sustitución de Mateu Isern y la forma en que se ha producido. El declaró que quería continuar pero carecía del apoyo de su partido. Eso es lo grave. El PP no se da cuenta de que los tiempos han cambiado. Hoy en día no se puede derribar a un alcalde a partir de la reunión de dos personas (Bauzá y Rodríguez) con el apoyo de los representantes de las juntas locales. Un grupo no puede decidir por 6.000 militantes. Eso ya no es democracia. Los tiempos están cambiando. Las designaciones de candidatos tienen que hacerse en primarias abiertas. Esta constante llegará. Me sabe mal que las primarias del PSIB-Palma no lo sean, como lo fueron las autonómicas.
-Usted tiene una trayectoria mucho más amplia que la de Durán para aspirar a ser alcalde. ¿Cree que el PSIB perderá una gran oportunidad si no le vota como candidato? ¿No cree que para usted es más difícil ganar las primarias que no después las elecciones?-No menosprecio la capacidad de movilización que tiene el PP y que ha demostrado en otras ocasiones con el aparato que controla José María Rodríguez. Pero he escuchado cosas preocupantes, como fueron las primeras declaraciones de la señora Durán cuando dijo que su preocupación es dejarse la piel por los 6.000 militantes. Y yo me pregunto: ¿Qué pasa con los 495.000 habitantes de Palma restantes? ¿No nos hemos de dejar la piel por ellos? Si soy alcalde mi prioridad no serán los militantes del PSIB-PSOE sino los 500.000 ciudadanos de Palma.
-¿Como se desarrolla el proceso de primarias interno?-Progresa adecuadamente. Mi candidatura tiene la dificultad de que carece del apoyo de las direcciones de las principales agrupaciones socialistas de la capital, ni de Ponent, ni de Eixample, ni de Llevant. Nord no se han pronunciado. Pero en su conjunto ello indica que el apoyo que tenemos nosotros viene de la base. Confío en que los militantes votarán con la cabeza, dejando aparte los sentimientos, pensando quien pude ser la persona más indicada para sacar adelante un proyecto socialista en Ciutat y quien tiene más posibilidades de ganar las elecciones frente al PP. Estos dos conceptos han de ser básicos. Si votamos con las tripas, pensando en las confrontaciones internas que venimos arrastrando históricamente, pasará lo de siempre.
-¿Por qué hay enfrentamientos entre el PSIB de Mallorca y el de Palma, una situación que se arrastra de décadas atrás?-Es así. En los casi 32 años que llevo en el partido siempre me he tenido que definir: o ser de Ramon Aguiló o de Joan March, o oficialista o crítico, o autonomista o españolista. Nos hemos visto forzados a tener una etiqueta cuando la única que deberían tener los militantes es la de socialista. Hay que romper esta dinámica. Si queremos conseguir resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes, no pelearnos entre nosotros poniendo el foco en nuestros problemas internos en lugar de ponerlos sobre los problemas de los ciudadanos, concentrando toda nuestra energía en solucionarlos. No podemos perder elección tras elección. Eso sí, controlaremos los aparatos del partido para que funcionen de cara a la ciudadanía.
-No parecen unas primarias limpias. Ahora dicen que usted está de baja laboral por una reciente operación y sin embargo hace campaña...-Los que me conocen desde hace tiempo saben que me gusta jugar limpio. No entraré a descalificar otras candidaturas ni a filtrar según qué cosas porque creo que no favorecen la participación. En una coyuntura como la actual, en que la gente está harta de los políticos, continuar con peleas nos hace más daño que bien a todos. En cuanto a mi situación personal, tuve una operación de hombro, que es de las más complicadas que hay en traumatología. Estoy en fase de rehabilitación después de haber tenido el hombro casi inmovilizado durante cerca de dos meses. Es un proceso que está controlado por los especialistas de la Seguridad Social que me atienden en Son Llàtzer. Pienso que es algo que queda más en la esfera privada que no en la pública.
-¿Qué proyectos tiene in mente para mejorar Palma?-Hay cuestiones pendientes como es la demolición del Lluis Sitjar, continuar con el Parc de Sa Riera, conseguir una solución para los cuarteles militares de la carretera de Valldemossa, terminar la fachada marítima y el Palau de Congressos. Pero no debemos olvidar objetivos más domésticos como es la limpieza, la seguridad...y que estas mejoras lleguen a todas las barriadas y no se queden sólo en el centro. A menudo pensamos que Palma sólo es de las Avenidas hacia dentro, pero las barriadas han detener más vida, con la misma calidad de servicios. Hemos de ser más ambiciosos: un proyecto para Palma que sea de tres, cuatro o cinco legislaturas. Las cosas no se hacen en un día. Hemos de ser capaces de alcanzar grandes consensos con el modelo de ciudad que deseamos. Queremos una ciudad abierta, europea, con un sentido cosmopolita para conseguir que Palma sea la capital turística del Mediterráneo. Hemos de lograr todo un circuito de viajes de fin de semana ligados a la cultura, la gastronomía y el deporte. Necesitamos una Palma que mire hacia el siglo XXI con la ambición de ser una ciudad habitable y envidiada, donde sus ciudadanos se sientan orgullosos.
-¿Qué diferencias destacaría entre usted y su oponente interno José Hila?-En teoría, las diferencias en cuanto a programa tendrían que ser pocas porque lo impulsará el partido. Es cierto que cada candidato pondrá sus gotas de sal y pimienta para hacerlo más atractivo. En eso puede que haya diferencias. Tenemos un carácter personal bastante diferente. Yo me considero una persona abierta, muy dialogante. Me gusta llegar a acuerdos con la gente y no me cansa negociar. La proximidad a la gente forma parte de mi personalidad y eso me viene dado por mi profesión de médico. Pienso que el principal objetivo de un político es mejorar la vida de las personas. Esa es la diferencia respecto a un perfil más de economía, más acostumbrado a hablar de números y no de personas.
-¿Qué puede aportar a las contradicciones que hay dentro del PSIB-Palma por la cuestión lingüística y cultural? Parece que hay ópticas diferentes dentro del partido socialista por esta problemática...-Es prioritario defender y promocionar una característica tan importante de nuestra cultura como es nuestro idioma propio. No nos ha de temblar el pulso al afirmar que tenemos una lengua que tiene carácter oficial que es el catalán, al que hay que proteger, sobre todo después de los ataque que ha sufrido esta legislatura por parte del PP. A su vez hay que perseguir un ideal: que las lenguas sirvan para unir y comunicar, nunca para separar y dividir.
-Usted ya ha trabajado en este sentido cuando era delegado del Gobierno...-Lo he intentado siempre, en Sóller y en la Delegación. Las lenguas jamás han de ser un obstáculo a la hora de llegar a acuerdos. Evidentemente, si se las quiere utilizar para separar también pueden producir resultados negativos. No será ésta mi forma de actuar. Yo intentaré sumar y que vayamos juntos.
-Sus adversarios dicen que usted es el candidato de Francina Armengol....-La persona que me empujó a que me presentase está en otra candidatura. Fue Ramón Torres. Puedo decirlo porque hay testimonios que lo avalan. El fue quien me animó, pero al mismo tiempo fue luego el primero que me dejó colgado.
-Si eso es cierto, Ramón Torres es un Maquiavelo de bandera. También ha animado a otros a presentarse. Le dio su apoyo a Santi Morey y luego le dejó en la estacada...Ahora apoya a Hila.-Estamos acostumbrados a esta forma de actuar. Han de ser los militantes los que juzguen los comportamientos. Cada cual hace lo que quiere, pero la decisión está en manos de los afiliados.
-¿Pero no es un núcleo demasiado cerrado una organización de sólo 800 inscritos para toda Palma?-Conforme al censo son 750. Me sabe muy mal que estas primarias no se hayan abierto a todos los ciudadanos. Nos hemos quedado cortos en los procesos de elección de los Consells y las alcaldías.
-¿Cómo analiza el fenómeno Podemos?-Recoge un descontento evidente con la política tradicional y con los partidos que desde la Transición han ocupado el poder, sobre todo a nivel del Estado. Eso ha hecho crecer Podemos, o fenómenos similares en Grecia. En Francia es la extrema derecha la que crece. Estas formaciones recogen el descontento con la política tradicional.
-¿Necesita autocrítica el partido socialista?-Arrastramos un pecado desde hace veinte años, desde las elecciones generales de 1993. Ganamos muy justo y Felipe González dijo "he entendido el mensaje". En 1996 perdimos por poco con aquella frase: "la dulce derrota". Pero seguimos sin entender nada y el 2000 el PP nos ganó con mayoría absoluta. Luego el que no entendió nada el 2004 fue el PP, que creyó que podía engañar a todo el mundo con el Prestige, con la guerra del Iraq y con el 11-M. La lección es entender que si sigues haciendo lo que has hecho siempre cuando el mundo cambia, no tendrás resultados nuevos. Es necesario cambiar para conseguir nuevos resultados. Ahora hemos de reflexionar y de escuchar mucho más. Ya no basta escuchar a los ciudadanos una vez cada cuatro años. Con las redes sociales a pleno funcionamiento la gente opina al minuto de lo que pasa. Hemos de ser capaces de dar respuesta inmediata desde las instituciones. No se está haciendo y los que son capaces de adaptarse a esta nueva realidad, como ha sido Podemos, está recogiendo unas perspectivas de voto muy elevadas.
-¿Qué se puede hacer desde un Ayuntamiento para luchar contra el paro o los desahucios?-Contra el paro es más complicado porque las grandes medidas económicas no se toman en los Ayuntamientos. Pero un buen manejo de los presupuestos municipales puede crear condiciones estructurales para crear empleo. Respecto a los desahucios sí se puede hacer mucho más negociando con los bancos para dar salida a la gran cantidad de pisos vacíos que poseen. Hay fórmulas para potenciar el alquiler, o la dación en pago que evite que echen a las familias. Es necesario hacer una política más valiente con los bancos, sobre todo después del dineral público invertido para reflotar a muchas entidades crediticias. No puede ser que luego empleen el dinero recibido para comprar deuda. Es necesario que actúen para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
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