El 95,1 por cien de encuestados, a favor de que se cancelara la Palma Pride Week

La celebración del Orgullo en Palma ha sido este año noticia a nivel nacional e incluso, fuera de nuestras fronteras. Por primera vez, los festejos iban a ser organizados por una empresa privada: Ella Global Community. Una decisión que, ya desde su anuncio, fue duramente criticada por diversos colectivos LGTBI que criticaban a Cort por mencantilizar un sentimiento.

La Palma Pride Week tenía más de 60 actos previstos, repartidos en diez días. El Parc de sa Feixina, a pesar de las quejas de unos vecinos hartos de la contaminación acustica de su barrio, iba a ser el epicentro con actuaciones en directo de diferentes artistas que fueron finalmente canceladas. Algunos, como Putochinomaricón, ya habían anunciado antes su renuncia. En este caso, por incluir el programa a la ex de Vox Malena Contestí.

El escándalo estalló tras ser la presentación del evento en Cort. Allí, en el Ayuntamiento de Palma, la fundadora y principal responsable de Ella, Kristin Hansen, pronunció unas palabras que jamás olvidara. La empresaria alemana invitó a "gente del campo que quizás nunca ha visto una lesbiana" para rematar con un ya celebre: “Y van a decir, ¡mira, una lesbiana es como cualquier otra persona!”.

Pocos días después, Hila convocó una rueda de prensa para comunicar su decisión de cancelar la Palma Pride Week y el cese de Sonia Vivas. Entonces, empezó la guerra abierta entre Ella y Ben Amics, la asociación LGTBI más relevante de Baleares . La primera acusó a la segunda de tener "intereses en seguir apropiándose de forma monopolística de los derechos LGTBIO+ a costa de subvenciones como, por ejemplo, los más de 90.000 euros que cobraron en 2021 por el único hecho de cambiar de sede, entre muchas otras subvenciones".

Además, Ella Global Community ha interpuesto acciones legales contra Cort y todos los responsables de la cancelación del evento "por los daños y perjuicios causados".