El virtual empate en las elecciones en el Real Club Náutico de Palma, con sólo dos votos de diferencia entre las dos candidaturas que se enfrentaban, aboca a una integración de los intereses y objetivos defendidos por las dos partes.
La masa social afrontó el proceso con una movilización sin precedentes, especialmente después de que se hicieran públicas las tensiones del presidente saliente, Javier Sanz -y avalador del ganador, Emerico Fuster- con la Autoridad Portuaria. La movilización de última hora, sin embargo, no fue suficiente para contrarrestar el voto por correo. El candidato oficialista, Emerico Fuster, con una carrera lanzada con notable antelación, arrasó en el voto por correo con 172 votos de los 255 emitidos, mientras que los socios que acudieron el jueves al club para votar de forma presencial prefirieron masivamente la propuesta encabezada por Juan Besalduch, con 256 votos frente a los 169 de Fuster. Al final, solo dos votos decantaron la presidencia. a favor de Fuster.
Las veladas acusaciones sobre un posible control del censo electoral, sobre presiones de todo tipo a socios para que votasen por correo a Fuster o sobre la negativa a permitir el voto a socios que acudieron a votar con su DNI pero sin el carnet de socio no irán a más. Las candidaturas quieren pasar página, lo que abunda en la necesidad de integrar los intereses de todos.
El RCNP debe salir renovado de este proceso. Y para ello es imprescindible aplicar la máxima transparencia a todos los aspectos de su gestión, con auditorias sobre ingresos y gastos en todas sus actividades, incluida, lógicamente, la organización de la Copa del Rey de Vela. La generación de ingresos debe tener su rendición de cuentas, sobre todo al tratarse de un club que hace uso de un espacio de titularidad pública y que se autodefine como una entidad sin ánimo de lucro.
Estos dos últimos aspectos deberían definir el futuro del RCNP. Para ello, debe aclararse el origen y destino de las cantidades generadas con la comercialización de las instalaciones del club y sus actividades, si reportan beneficios, en qué son empleados y cómo tributan ante Hacienda. No se entendería una renovación de la concesión en 2022 si no se aclaran previamente estos aspectos.
Se trata de despejar toda duda para lograr una entidad más cercana a la ciudad, más transparente, generadora de prestigio deportivo, abierta a nuevas incorporaciones y alejada de la actual imagen de coto cerrado y elitista.