La investigación de presuntas revelaciones de secretos en el caso Cursach sigue subiendo peldaños. Después de la detención de cuatro policías nacionales que formaron parte del Grupo de Blanqueo, el juez Miquel Florit ha elevado la causa al TSJIB para que éste decida sobre el anterior instructor del caso, Manuel Penalva, y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán. Según un atestado policial, ambos estarían detrás de la revelación de secretos de forma continuada y se les imputaría varios delitos entre los que destacan organización crominal, detención ilegal, amenazas, coacciones y denuncia falsa.
El informe, realizado por dos inspectores de la Policía Nacional que rastrean las filtraciones a prensa, recoge una lista de whatsapp intercambiados entre Penalva, Subirán y los inspectores policiales arrestados y que serían constitutivos de delito.
Ahora es la Sala de lo Civil y Penal del TSJIB quien debe decidir el futuro del juez Penalva -recusado y apartado del caso desde marzo de 2018- y el fiscal Subirán, ambos aforados y de baja desde hace algunas semanas. Se prevé que en las próximas semanas decida si ha lugar la continuación del proceso.
Hay que recordar que la pieza separada de presunta revelación de secretos arrancó el verano pasado después de la denuncia de varios investigados, entre ellos, Cursach y Sbert, y tras la publicación de un informe policial en diferentes medios de comunicación.
Los inspectores encargados de investigar las filtraciones a prensa sospecharon inmediatamente de los agentes de Blanqueo por la fotografía de la publicación, que había partido de un grupo privado de mensajería de los agentes. El rastreo desembocó en la incautación de móviles a dos periodistas de Mallorca y en la detención del entonces jefe del Grupo y otro miembro del mismo. Hace unos días, otros dos inspectores del entonces Grupo Blanqueo también fueron detenidos y quedaron en libertad con cargos.
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