
La sede del
sindicato de educación STEi amaneció este fin de semana con dos sorpresas. La primera, con una pintada en la fachada. La segunda, la imposibilidad de acceder al recinto dado que habían colocado silicona en la puerta de acceso.
El sindicato afirma que no es la primera vez que sufre ataques de este tipo durante esta legislatura en el marco de su postura respecto a la defensa de la lengua propia. Este en concreto lo achaca a
"extremistas intolerantes".