
El Papa Francisco ha concedido una entrevista a
una revista jesuita en la que asegura que su forma "autoritaria de tomar decisiones" le ha llevado en el pasado "a ser acusado de ultraconservador".
"Tuve un momento de gran crisis interior estando en Córdoba.
No habré sido ciertamente como la beata Imelda, pero jamás he sido de derechas" afirma el Santo Padre en la entrevista, en la que se define como una "persona despierta", pero también "bastante ingenua", que prefiere "el contacto personal".
Sobre la
homosexualidad, Francisco afirma que "en Buenos Aires recibía cartas de personas de esa condición que son verdaderos 'heridos sociales', porque me dicen que sienten que la Iglesia le ha condenado. Pero la Iglesia no quiere eso", recuerda Francisco, quien señala que el rol de la Iglesia no es transmitir un "conjunto de doctrinas".