Según ha explicado la Guardia Civil este jueves en nota de prensa, el detenido accedió a la vivienda rompiendo el cristal de una ventana y, una vez dentro, se llevó una bolsa en la que había cámaras de vídeo y de fotografía valoradas en torno a 1.000 euros.
Días más tarde, los investigadores averiguaron que una de las cámaras robadas estaba a la venta a través de una red social y lograron identificar y localizar al presunto autor.
Además, descubrieron que la cámara había sido vendida a un hombre que, al parecer, conocía la procedencia del aparato, por lo que dicha persona fue investigada por un delito de receptación.
El detenido, de 31 años de edad, tiene numerosos antecedentes similares y fue puesto a disposición judicial este martes.
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