La investigación se inició como consecuencia de la declaración de una mujer que alertó que había descubierto en el teléfono móvil de su pareja, imágenes de contenido pedófilo, llegando a enviarle dos fotografías a través de una aplicación.
El grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación y en el trascurso de la misma, tuvo conocimiento que la denunciante había aportado información a una patrulla del 091 a principios del mes de abril, indicando que su pareja tenía fotografías y vídeos de niños desnudos de corta edad y que utiliza dichas imágenes.
Los policías realizaron varias gestiones y tomaron declaración a la mujer, que finalmente reconoció que había sido todo una invención suya y que su pareja no tenía ninguna imagen de contenido pedófilo y que tampoco le había mandado ninguna fotografía, siendo ella la que se había descargado las imágenes en su teléfono móvil y que todo había sido como consecuencia de discusiones con su pareja.
Los agentes comprobaron la existencia de fotografías de pornografía infantil en el terminal de la mujer, por lo que procedieron a su detención por posesión de fotografías de pornografía infantil.
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