Los hechos tuvieron lugar el pasado 11 de mayo, en torno a las 21:30 horas, cuando un indicativo de seguridad ciudadana de la Policía Nacional procedía a la identificación, en el interior de un restaurante de Ibiza, próximo a la estación de Formentera, de una joven por, presuntamente, haber amenazado con un cuchillo,
Los efectivos policiales habían sido comisionados por la sala CIMACC a un conocido restaurante donde, al parecer, se encontraba un grupo de jóvenes discutiendo a causa del cargador de un teléfono móvil. En un momento determinado de la refriega, la novia de uno de los jóvenes había sacado un cuchillo para amenazar a un hombre que reclamaba a su pareja que le entragara el cargador.
A la llegada de los agentes al restaurante, las trabajadoras les indicaron quién era la persona que estaba generando el altercado: una mujer joven que se encontraba en un estado de gran excitación nerviosa y en cuyo bolsillo del patalón sobresalía un cuchillo.
LOS AGENTES SE VEN OBLIGADOS A DESENFUDAR EL ARMA
Dado que la sospechosa estaba en posesión del arma blanca y, además, su actitud era muy irascible, sin atender a los agentes, estos se vieron obligados a desenfundar la pistola. Fue entonces cuando la mujer se tiró al suelo tras dejar el cuchillo sobre una mesa, aunque sin dejar de señalar con su dedo índice al denunciante y amenazarle con gestos de seccionarle al cuello.
Al mismo tiempo, los testigos relataron que la joven, presuntamente, esgrimió el cuchillo en su mano con el objetivo de intimidar a la víctima y conminándole a salir a la calle para continuar ahí el enfrentamiento.
La joven, de nacionalidad española, fue detenida, acusada de un delito de amenazas, y puesta a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia.
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