Según han informado fuentes del Ayuntamiento de Calvià, el servicio de socorrismo había izado la bandera amarilla porque se habían visto algunas medusas comunes.
A esa hora de la mañana, la playa se encontraba llena de bañistas, se vio una carabela portuguesa y por prevención y seguridad el socorrista izó la bandera roja durante 20 minutos y se procedió a pedir a los bañistas que salieran del agua. El servicio de vigilancia dio una batida para comprobar que no hubiese ninguna más en el agua, como así se comprobó, y se volvió a izar la amarilla; por lo que los bañistas pudieron continuar con su día de playa sin mayor problema.
Según han informado, un niño fue tuvo que ser trasladado a urgencias. Sin embargo, la carabela no entró en la zona de baño, en concreto se calcula que estaba a más de 50 metros, por lo que los responsables suponen que la picadura fue de medusa común.