Cristina se acerca al banquillo

Lo que parecía imposible cuando estalló el caso Nóos puede convertirse en realidad. La Audiencia mantiene la imputación de Cristina de Borbón y Grecia por presunto delito fiscal aunque la salva de la de blanqueo. Habrá que ver si al final se beneficia de la doctrina Botín y hurta el bulto de tener que sentarse en el banquillo porque Fiscalía no la acusa. No obstante, y visto el desarrollo del proceso, parece improbable que esto ocurra. Cuando estalló el caso la infanta parecía intocable y no ha sido así. Para los jueces, es indiscutible que Cristina no cumplió con sus deberes fiscales en Aizoon, de la cual era copropietaria. Además, sobre la espalda de su marido, Iñaki Urdangarin, ya pesan diez posibles delitos cuando todo su montaje empresarial era consecuencia de ejercer de yerno de Juan Carlos I.

Aún falta mucho para este juicio, que puede romper todos los récords de expectación mediática. Pero lo seguro es que el clima actual de rechazo frontal a los escándalos ha pesado mucho en la decisión judicial. Durante muchos meses se consideró imposible ver a Cristina de Borbón en el banquillo. Hay que recordar que primero fue imputada por el instructor José Castro, luego desimputada por la Audiencia, vuelta a imputar por Castro y citada a declarar en medio de un despliegue periodístico que adquirió dimensiones planetarias.

En los últimos meses la situación ha dado un vuelco de gran consideración. Si hace poco más de un año se consideraba intocable a la hija del Rey, los acontecimientos posteriores han sido vertiginosos. El pasado junio don Juan Carlos abdicaba. Y Cristina a pasado a ocupar un lugar muy colateral dentro de la institución monárquica española.

No hay duda de que el caso Nóos ha pesado mucho en el desarrollo de acontecimientos tan importantes. La abdicación del Rey se produjo prácticamente por sorpresa, justo después de las elecciones europeas, sin duda muy influido por lo que le estaba pasando a su hija.. Es evidente que ha habido mucha torpeza en todo el asunto Nóos, sobre todo por parte de Iñaki Urdangarin y sus famosos e-mails. El marido de Cristina también fue poco hábil a la hora de elegir a su socio Diego Torres, que le ha dejado en la estacada y en ridículo. Aún falta mucho tiempo para el señalamiento del juicio, pero lo seguro es que ser la hija o la hermana del Rey ya no para a los jueces, algo del todo impensable hace apenas unos años.