
Cort ha comenzado la instalación de
pictogramas en farolas de la primera línea de la Platja de Palma para mostrar los
contenidos más importantes de la ordenanza cívica a los turistas. Hay imágenes que advierten de las actividades prohibidas, desde trileros a vendedores ambulantes y pasando por masajistas y
tareas semejantes. Estos pictnogramas se colocan a unos dos metros y medio de altura.
Cort confía que con estas inscripciones los turistas se conciencien y que se aparten de las actividades de trileros y vendedores ambulantes. También se dará una imagen de orden y de seguridad, superando cualquier visión tercermundista de la Platja de Palma.