El año acaba con la que es posiblemente la noticia de mayor trascendencia de los últimos tiempos. A pesar de haber sido anunciado hace semanas, el inicio de la vacunación contra el coronavirus en Baleares -de forma simultánea al resto de España y al conjunto de los países europeos- supone un punto de inflexión en la lucha contra la pandemia y las graves consecuencias que ésta acarrea para la salud y la economía.
La vacuna recibida este domingo por Avelina -una residente en el centro de Son Oms/Sant Miquel- ha iniciado en Baleares el que será un largo y, a la vez, esperanzador proceso de inmunización de la población.
Está previsto que se pueda vacunar a unos 60.000 ciudadanos de las Islas en el primer trimestre del año, con prioridad para los 12.000 usuarios y profesionales de las residencias de personas mayores y con discapacidad. La vacunación se hará por fases, vacunando inicialmente entre 500 y 1.000 personas cada día. La población de Baleares no estará inmunizada antes del verano, según las autoridades sanitarias, pero con el inicio de las vacunaciones se comienza a ver la luz al final del túnel de sufrimiento que han supuesto estos últimos meses.
Cabe recordar que la vacuna no es obligatoria, pero los datos de aceptación han aumentado desde que se anunciara su administración. Según los últimos sondeos, sólo un 20 por ciento de la población la rechaza, cuando hace unos meses ese rechazo alcanzaba al 55 por ciento. El dato permite albergar la confianza de que el remedio sea realmente útil para frenar los contagios, ya que estaría en línea con los parámetros que barajan los expertos, quienes consideran que para ser efectiva la vacuna debería inmunizar a un mínimo del 70 por ciento de la población.
Por ello, es necesario insistir ante los ciudadanos acerca de la responsabilidad, personal y colectiva, que supondrá acudir a ponerse la vacuna cuando sean convocados por Salut, según el grupo de edad al que pertenezcan. Máxime cuando el inicio de la vacunación llega en uno de los peores momentos de la pandemia en las Islas y cuando las restricciones ciudadanas van a endurecerse.
2021 comienza pues con una buena noticia que, combinada inicialmente con las medidas de prevención ya conocidas -mascarilla, higiene y distanciamiento social- debería contribuir a devolver la normalidad a nuestra vida cotidiana en el menor número de meses posible.