Comienza un curso político de alto voltaje
martes 26 de agosto de 2014, 20:01h
Todo el ambiente político ca a cambiar en Balears a partir de la semana que viene. Los aparatos de los partidos apuran sus últimos días agosteños de vacaciones preparando ya la maquinaria para el curso electoral que se avecina. En el horizonte se encuentran las elecciones autonómicas y municipales de la próxima primavera. No habrá cuartel. Tanto el PP como el PSIB celebran sus jornadas parlamentarias la semana que viene. Será el toque de salida de un año de enorme intensidad. Hay satisfacción entre las filas populares porque la recuperación económica es un hecho y se han cumplido los objetivos fundamentales de la legislatura. Pero los socialistas ven que esta recuperación se ha hecho con un coste social enorme y creen que obtendrán un rédito importante. Vienen plenos muy movidos en el Parlament.
Otras fuerzas miran con esperanza los meses preelectorales. UPyD y formaciones afines esperan sacar rédito de los escándalos de corrupción, que han bajado muchísimo en intensidad durante este cuadrienio pero que han provocado hechos importantes, como el reciente ingreso de Jaume Matas en el penal de Segovia.
En los ambientes nacionalistas y regionalistas también hay animación. Tanto Més como el Pi esperan sacar un rédito importante de la polémica política lingüística de Bauzá sobre todo en el campo docente, que les ha ofrecido terreno abonado para confrontación política. A ello hay que añadir que los docentes preparan un curso político muy movido con las urnas como horizonte final.
No obstante, el Govern ha trabajado para rebajar la tensión en las aulas en los últimos meses y en parte lo ha conseguido. También la espinosa cuestión de los sondeos petrolíferos le ha servido para demostrar que en las cuestiones más difíciles, con mucho dinero de por medio, sabe defender los intereses de Balears por encima de cualquier otra consideración partidista o de connivencia con sus superiores de Madrid.
Por último queda la incógnita Podemos, todavía en fase de organización interna y sin caras visibles en el Archipiélago ni proyecto político que ofrecer a esta comunidad a la espera de designar a sus portavoces y a sus candidatos. No obstante, el pasado mayo obtuvieron un resultado espectacular en las Europeas y eso les da alas para seguir aspirando a entrar en el Parlament. También es una incógnita saber si llegaran a pactos con una Esquerra Unida también en alza.
En conjunto el panorama se presenta muy plural y animado. Lo cierto es que a pesar de la dureza de la crisis los ciudadanos mantienen su fe en la política. El alto índice de participación en las siempre apáticas elecciones europeas así lo demuestra.
Porque lo más importantante es que la sociedad balear recobre el optimismo y la sonrisa después de un lustro largo de padecimientos a causa de la durísima coyuntura internacional. Hay ganas de alegría y de tolerancia. Se nota en la calle, en las golpeadas empresas y en todos los ámbitos sociales. Los que comprendan eso tendrán mucho ganado en la próxima cita electoral.