Gabriel Cerdá desmiente que, meses atrás, cerrase un trato con Utz Claasen acerca de la venta de sus acciones, tal y como ha afirmado el consejero alemán en Onda Cero Mallorca. Según éste, ambos "se estrecharon las manos para sellar el acuerdo".
Pues bien, desde el club puntualizan que "aunque Claasen se acercó con propuestas, nunca se aceptó nada".
"No queremos seguir dando cancha a este asunto. Lamentablemente vuelve a lanzar a la palestra una polémica irreal que
sólo busca manchar la imagen de los actuales apoderados del Club". El Presidente del Consejo de Administración afirma que
"lamentablemente" la situación institucional del Mallorca está compuesta por dos bandos: "Por un lado estamos Llorenç y yo que estamos trabajando muy muy duro, para sacar adelante un Club que otros lo dejaron con 60 millones de deuda y por otro, están otros señores que se dedican a poner trabajas a absolutamente todo lo que pueden."
Así, añade que desde que se incorporó a la gestión del Club el pasado febrero, ha intentado "poner paz y mantener el diálogo civilizado". Por ello, asegura que su deber es mantenerse "al margen de estas guerras sucias".
Cerdá asegura que las declaraciones de Claasen son "otro intento de desestabilizar a los que estamos trabajando por el Club pero no me preocupan. Lo que me preocupa es la realidad".
Asimismo, habla del pacto de sindicación de acciones con Serra Ferrer pero que en su día ya habló con él "de todo lo que teníamos que hablar. Ahora la realidad es que trabajo día a día con Llorenç para sacar este proyecto adelante".
"Hemos de ser serios, hemos de trabajar,
dejarnos de sensacionalismos. El Mallorca necesita que seamos constructivos todos y cada uno de nosotros.
Se lo pido especialmente al señor Terrassa" y concluye diciendo que "este Club ha de ser digno de la afición que tiene".