Última Hora celebra sus 125 años de historia. ¿Cual ha sido la evolución en este periodo?
Desde el 1 de mayo de 1893 hasta ahora los cambios han sido brutales; vivimos en otra era, en otro siglo y en otro mundo. El mérito está en haber sobrevivido a todas estas inclemencias y cambios en estos 125 años así que es imposible hacer comparaciones. Tanto el espíritu de la profesión como la manera de trabajar son muy diferentes; imagínese, el hombre no había llegado a la Luna ni siquiera en 1893…
A lo largo de todo este tiempo el periodismo se ha ido enfrentando a diferentes retos. ¿En qué etapa nos encontramos? ¿Cuáles son los retos actuales?
Tengo que decir que, aunque he nacido en una familia de periodistas yo no lo soy, así que mi hermano podría contestarle mejor, pero creo que los retos para el periodista son muy difíciles; hoy en día el periodista debe luchar contra el fenómeno de internet, en el que cabe todo, la verdad y la mentira; lo bueno y lo malo; lo contrastado y lo que no, y ellos son los garantes de que la información que se da sea una información veraz, teniendo en cuenta que no puedes aislarte de estos cambios, deben participar pero de una manera seria. La empresa tiene el reto de conseguir, dentro de este complicado mundo del que no sabemos hacia dónde va, encontrar su lugar en la web. Ojalá alguien tuviera una varita mágica y encontrara la solución para rentabilizar todo esto.
El lenguaje periodístico ha cambiado. Me refiero a la manera de tratar la información y transmitirla. ¿Cómo está siendo la transformación digital de las grandes cabeceras en papel?
Hay un punto en el que te das cuenta de que, sí o sí, debes entrar en el mundo de la digitalización, y la manera más lógica era construir una web y volcar las noticias del papel en ella, y eso es lo que hicimos todos los medios; creo que en ese momento nos equivocamos y, hoy por hoy, estamos pagando las consecuencias de esa equivocación. Me explico; al volcar las noticias no teníamos en cuenta el lenguaje periodístico, es decir, no hacíamos ningún cambio. Ahora sí lo tenemos en cuenta y el tratamiento de la información y el contenido para digital no es el mismo que hace 15 años; en ese sentido hemos aprendido. Hay que tener en cuenta que somos una fábrica y esta fábrica hace contenidos y esos contenidos deben ser monitorizados para continuar manteniendo la fábrica, con lo que los contenidos para el papel tiene un formato y los encargados de la web le dan otro formato, así que cuadrar todo esto no es una tarea fácil; hay a quien no le cuesta hacer este cambio y hay periodistas de una cierta edad a los que sí les cuesta asimilar este nuevo lenguaje, pero creo que se debe ser capaz de evolucionar al ritmo de los nuevos tiempos. Cualquier periodista de hoy en día está obligado a tener en cuenta estos cambios. Le pondré un ejemplo muy claro: antes, cuando tenías una exclusiva la podías guardar hasta el día siguiente; hoy en día esto es imposible en según que noticias porque no tendrían ningún tipo de relevancia si no las das al momento, como por ejemplo un incendio, sea cual sea su magnitud. Ahora, cuando se tiene una noticia valoramos si la guardamos para el papel o la lanzamos en la web. Todo va tan deprisa que cuando tienes una noticia no te da ni tiempo a dirigirla cuando ya la está ‘vomitando’ otro medio.
"La prensa regional en papel tiene más futuro que algunas grandes cabeceras nacionales"
¿La solución para el papel es trasformarlo en periodismo más reposado y en profundidad, y de fin de semana?
Hay medios que ya lo hacen como el Ara Balears … no lo sé, repito, si alguien tuviera la piedra filosofal sería el vencedor de esta transformación. Hay grandes cabeceras, como el New York Times, que se pueden permitir ir haciendo pruebas y cada una de esas pruebas les puede costar millones de dólares y no pasa nada; después encontramos los grandes periódicos, mal llamados nacionales, que también hacen pruebas, en menor escala, abriendo y cerrando contenidos intentando buscar soluciones, y después estamos los medios regionales, que vamos a rebufo de lo que hacen los demás porque no tenemos la capacidad económica que suponen esas pruebas, aunque también le digo que los periódicos regionales en papel tienen más futuro que algunas grandes cabeceras nacionales, siempre y cuando sepan mantener el ‘cordón umbilical’ con sus lectores y sean capaces de enganchar a lectores nuevos. Sí, quizá es una fórmula, de lunes a viernes tenemos una web muy potente y el fin de semana tenemos contenidos profundos… quizá hace 10 años fue la fórmula pero no lo sé; es muy complicado y ese es el reto.
¿Cual es el papel de la mujer en el mundo periodístico y en la alta dirección. ¿Cree que tenemos las mismas oportunidades? ¿Ha sufrido algún tipo de discriminación por el hecho de ser mujer?
Si le hablo de mi caso en particular debo decirle que no lo he tenido difícil para llegar dónde estoy. Somos una empresa familiar en la que siempre han trabajado tanto mi madre como mi padre y es el ejemplo que tengo, a diferencia de otras compañera del colegio. Una vez que se vio que los tres hermanos, Miguel, Paula y yo, trabajábamos en la empresa, decidimos repartirnos los roles de una manera muy natural dependiendo de las cualidades de cada uno, y, aunque mi padre siempre tuvo la última palabra, a efectos prácticos debíamos hacer un cambio generacional y me tocó a mi, no por ser mujer, sino porque era lo que convenía a la empresa y a la familia; es decir, no fue una cuestión de cuotas. El papel de las mujeres en el mundo de la comunicación es complicado, porque, si bien son mayoría a nivel redacción, a otra escala, como la dirección y la presidencia, somos minoría. Sólo hay tres empresas en las que seamos mujeres las presidentas y cuando voy a reuniones de ese ámbito soy la única mujer, aunque debo decirle que nunca me he sentido maltratada, menospreciada o ninguneada, al contrario; creo que si eres un buen profesional debería dar igual si eres hombre o mujer, pero sí que es evidente y cierto que las empresas periodísticas están en manos de hombres hoy en día y se debe luchar para encontrar un equilibrio.
"Volcar el contenido del papel a la web es un error porque no utilizan el mismo lenguaje"
Hablemos de la figura de su padre en el mundo de la comunicación ¿Se han quedado ‘huérfanos’?
El periodismo se ha quedado huérfano, pero así es la vida. Creo que una persona como Pedro Serra, a nivel periodístico, será muy difícil de replicar porque aglutinaba muchas cualidades y matices: ya no sólo era el mundo del periodismo, sino que abarcaba el mundo intelectual, el artístico, de la escritura, de la edición, con lo que todo en su conjunto, además de la capacidad que tenía de conectar con la gente, hacía de él ya no sólo un gran periodista, sino una persona excepcional y no lo digo porque sea su hija, sino porque lo creo así. También es cierto que la gente excepcional tiene maneras de ver la vida que no siempre se está de acuerdo con ellas… en fin, es gente que no pasa desapercibida.
¿Cómo era Pedro A. Serra padre?
Pedro Serra padre… uf, es difícil de definir porque en casa siempre ha estado muy mezclado lo que era la familia y lo que era la empresa; se trataba de un todo. Cuando Miguel y yo éramos pequeños los domingos comíamos en casa de los abuelos y después íbamos hasta San Felio, que era donde estaba la imprenta, para ver cómo salía La Fiesta Deportiva o La Goleada… No era el papá que viene a buscarte al colegio y quizá estabas cuatro días sin verlo porque tenía viajes o reuniones de trabajo, pero por otra parte, otro día te llevaba al circo a Barcelona, cuando hace 55 años ningún niño se iba de Mallorca a Barcelona al circo… la relación era muy intensa pero no era un padre ‘al uso’; era exigente pero al mismo tiempo era muy generoso. Al cabo de 10 años llegó Paula y fue ‘la pequeña’ para él (ríe) y en estos últimos años de la vida ha sido un bombón de papá.
¿Qué supone para usted el premio Empresaria del Año en Baleares este 2018?
Fue una sorpresa y un orgullo ser la escogida para representar a Baleares a nivel nacional. Tenía claro que todas las candidatas éramos mujeres ‘de impronta’ y que cualquiera podría haber sido elegida, pero el simple hecho de que pensaran en mi sólo me provoca palabras de agradecimiento. Pienso que me valoran mejor de lo que yo me veo; debemos ser muy humildes en esta vida.
Dígame una noticia que le haya impactado en estos años que lleva usted al frente del Grupo Serra.
Una noticia que sacamos en exclusiva y que impactó mucho fue la declaración en los juzgados de Rodrigo de Santos. Fue una noticia muy ‘explosiva’ que causó un gran revuelo y por la que recibí muchas llamadas en las que me decían cosas como: “parece mentira…”, o “no tenéis ni idea, esta persona es estupendísima…” . Otra noticia, que no me hubiera gustado nada tener que publicar pero que debes hacerlo, y además hacer un seguimiento para que no quede en el olvido, es la tragedia de Llevant; no es agradable en absoluto tener que publicar la muerte de 13 personas. 13 muertos son muchos muertos y las desgracias deben publicarse con respeto y darle cobertura mediática, pero no debemos ‘regocijarnos’ en esa desgracia. Los medios estamos para esto, para dar noticias buenas y malas y cuando son malas debemos tener una responsabilidad social elevada, porque podemos hacer mucho daño; sabemos que cuando queremos hacer daño podemos destruir familias y vidas, aunque también creo que, en estos momentos, las vidas y las familias se destruyen en las redes sociales, no en los periódicos.
"Tendremos futuro si mantenemos el cordón umbilical con nuestros lectores y somos capaces de enganchar a lectores nuevos"
¿Cómo es la relación prensa - publicidad hoy en día?
El mundo de la publicidad ha debido cambiar mucho en estos 10 años debido a la crisis que ha sufrido el sector y hoy, en día, creo que el cliente demanda otro tipo de publicidad, más al nivel de relevancia de marca que de la propia publicidad en sí; si tanto cliente y medio saben cual es su papel las relaciones no tienen porqué ser complicadas, pero siempre y cuando el cliente no quiera intervenir en el medio; ahí se tornan complicadas. El medio debe informar siempre aunque sea sobre un cliente y debe hacerlo con objetividad y respeto, pero teniendo en cuenta siempre cual es su papel como medio de comunicación.
¿Qué espera de está próxima década?
Esperamos mantenernos, haber encontrado la fórmula para la sostenibilidad y esperamos mantener el buen contacto y la comunicación que tenemos con nuestros lectores y suscriptores, que al final son quienes nos dan vida para seguir día a día; si no les damos lo que demandan y no se sienten parte de nosotros no tenemos sentido como medio.